LIVE STREAMING

La casa de los Phillies es mejor que la de los Yankees

Los fanáticos de Filadelfia no tienen nada que envidiarle a los de Nueva York. Me refiero a los fanáticos de clase trabajadora quienes tienen una mejor…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Celebrando todo el año

Fighting Sargassum

Community Colleges

La lucha de las mujeres

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

 

Un pobre con fiebre de pelota podía ahorrar dinero y comprar un boleto. Hoy, en la nueva mansión de los Mulos se necesitan $2.625 para sentarse en un palco detrás del plato.

Los fanáticos de Filadelfia no tienen nada que envidiarle a los de Nueva York.

Me refiero a los fanáticos de clase trabajadora quienes tienen una mejor oportunidad de disfrutar de un gran estadio de béisbol de Grandes Ligas en la Ciudad del Amor Fraternal que en el Bronx.

De que vale que se construya un palacio en tu vecindario si no puedes visitarlo de verdad.

Tuve la dicha de darme una vuelta por el nuevo Yankee Stadium el pasado fin de semana para ver a los Phillies medirse contra los Mulos. Filadelfia ganó dos de los tres juegos gracias a Carlos Ruiz (6 hits en 8 turnos al bate y una defensa estupenda detrás del plato).

Mi primera reacción cuando entré al nuevo estadio fue de espanto. El Yankee Stadium con que me crié era un gran nivelador. No importa la clase social del fanático, todos andaban por los mismos pasillos para ver un juego de pelota. Sí, el que tenía más dinero se sentaba en los palcos, cerca del terreno. Pero un pobre con fiebre de pelota podía ahorrar su ‘chin chin’ de dinero y comprar un boleto para dichos asientos. Hoy, en la mansión de los Mulos, se necesitan $2.625 para sentarse en un palco detrás del plato.

En el viejo estadio no importaba donde uno se sentaba, todos tenían que sufrir el caminar por los pasillos angostos del edificio para comprar comida, ir al baño, o regresar a su casa. Hoy, los adinerados tienen sus entradas privadas, restaurantes lujosos, y secciones divididas por un foso. No se le permite a todos los fanáticos buscar autógrafos en el área detrás del diamante del infield. Solo los que pagaron por las taquillas más caras pueden pasar sobre la cárcava.

Cuando llegue al palco de prensa mis intereses personales me hicieron apreciar un poco al palacete. No hay mejor ambiente para un reportero de béisbol trabajar que el nuevo Yankee Stadium. No tuve que pelear por un espacio de trabajo como en la casa que vio a Babe Ruth jugar. El comedor quedaba a menos de 100 pasos de mi escritorio y la conexión al Internet y la comida eran fabulosas.

Los camerinos de los jugadores también hicieron una gran impresión. El de los Yankees tenía una caja de bateo y una lomita oficial a pocos pasos detrás del dugout. El estudio de video, donde los bateadores estudian las cintas de sus adversarios parecía una torre de control de la NASA. Además, cada casillero de los jugadores de los Yankees tenía su propia computadora.

El camerino del equipo visitante era bueno también aunque no tan lujoso como el de los Yankees. Este no contaba con su propia lomita subterránea pero tenía tremenda jaula de bateo.

El nuevo Yankee Stadium es gris y azul y en ciertas secciones se parece mucho al viejo edificio. Pero las restricciones aquí y allá al paseo de los fanáticos por sus pasillos y los precios hace al nuevo Yankee Stadium una fachada del antiguo estadio.

Los fanáticos de los Phillies están bendecidos en contar con un estadio con esquema de ladrillos rosados y un ambiente que permite al pobre disfrutar, de vez en cuando, de un juego.

Nunca pensé que diría algún día que Filadelfia goza de un mejor equipo y estadio de pelota que el de los Yankees. Los fanáticos de Filadelfia deben de aprovechar su ventaja.

FELICIDADES

Pedro Feliz lideraba la Liga Nacional en promedio de bateo (.452) con corredores en posición de anotar.