La marcha fue encabezada por los jóvenes que sobrevivieron al tiroteo en Marjory Stoneman Douglas High School, en Parkland, Florida, que cegó la vida de 17 personas.

Debo admitir que estoy disfrutando ver cómo los Marco Rubios, Ted Cruces y Mario Díaz Balarts de este mundo sudan y se retuercen de miedo por lo que el futuro, inevitablemente, significará para ellos y para todos los demás "líderes" que se benefician del ensangrentado dinero de la NRA, a cambio de permitir que se siga masacrando a nuestros hijos.

"Si pones atención puedes escuchar cómo tiembla la gente que está en el poder", dijo el sábado David Hogg, 17, un sobreviviente de la masacre de Parkland a las más de 800.000 personas reunidas en la capital del país exigiendo leyes de control de armas que protejan a las personas y no a la NRA y los mercaderes de la muerte que representan.

"96 personas mueren todos los días por armas de fuego en nuestro país. Sin embargo, la mayoría de los representantes no tienen una posición pública sobre las armas de fuego. Para eso, decimos, no más ", agregó Hogg. Luego, el delgado adolescente advirtió a todos los desalmados políticos corruptos que aman las armas -y el dinero de NRA- más que a sus propios hijos: "Vamos a hacer de esto un tema electoral. Vamos a llevar esto a cada elección, a cada estado y a cada ciudad. Nos aseguraremos de que sean las mejores personas las que aspiren en nuestras elecciones, no como políticos, sino como estadounidenses".

Claro que lo harán con el respaldo de los cientos de miles que asistieron al mitin de Washington y otras 800 marchas y concentraciones en todo Estados Unidos. 

Las reacciones de la NRA y los políticos corruptos de la derecha rezuman desesperación.

"El debate posterior a #Parkland nos recuerda que We The People realmente no nos gustamos mucho. Calumniamos a aquellos que se niegan a estar de acuerdo con nosotros. Reivindicamos una herencia judea-cristiana, pero celebramos la arrogancia y la jactancia. Y lo peor de todo es que hemos infectado a la próxima generación con la misma enfermedad", tuiteó Rubio, quien parece haber encontrado la religión ahora que su popularidad ha tocado fondo.

Pero a pesar de la hipócrita santurronería de Rubio, no ha habido calumnias ni arrogancia por parte de los estudiantes, solo la verdad de su despreciable comportamiento de “servidor público” vendido a la National Rifle Association.

Los estudiantes en la March for Our Lives dejaron bien claro quién es Rubio en realidad al portar "etiquetas de precio" de $1.05, la cantidad que afirman vale un estudiante para el senador de Florida.

"Esto es un dólar y cinco centavos", dijo en su discurso en Washington la estudiante Sarah Chadwick, sosteniendo la etiqueta. "Cuando tomas 3.140.167 - el número de estudiantes matriculados en las escuelas de la Florida - y divides por $3.303.355 - la cantidad de dinero que Marco Rubio recibió de la Asociación Nacional del Rifle, se trata de un dólar y cinco centavos. ¿Eso es todo lo que valemos para estos políticos? ¿Un dólar y cinco centavos? ¿$17,85 fue todo lo que le costamos ese día, Sr. Rubio? Pues yo digo que una vida vale más que todas las armas en Estados Unidos ".

Es una terrible acusación contra Rubio y el sistema político de la nación que hayan sido nuestros propios hijos quienes hayan tenido que recordarles este fundamental derecho a un presidente y un Congreso repugnantemente crueles y codiciosos.

"Lucha por tu vida, antes de que sea el trabajo de otra persona". Con estas palabras la sobreviviente de Parkland Emma González, con la cabeza afeitada y la bandera cubana de su padre en el hombro derecho, e investida con el poder de su autenticidad en marcado contraste con el oportunismo y la hipocresía de Rubio, terminó su discurso inolvidable en la March for Our Lives.

Pero eso no fue todo. González regresó al escenario para instar a los presentes a inscribirse para votar y voluntarios inscribieron a miles de jóvenes votantes nuevos en las 800 marchas en todo el país a ocho meses de las elecciones parciales. El mensaje de los jóvenes es claro e inequívoco.

"Si no aprueban la prohibición de las armas de asalto, los derrotaremos con los votos", afirmó Delaney Tarr, otra sobreviviente de Parkland, a los manifestantes en Washington.

No en balde todos los desvergonzados cómplices de la NRA están sudando la gota gorda y retorciéndose de miedo.