Cada año, la MacArthur Foundation entrega premios a las personas más creativas del país en una variedad de campos. Cada persona recibe un estipendio de $635,000, sin compromiso alguno, para continuar con sus visiones creativas. 

 “Quienes creen que la creatividad está muriendo deberían examinar la obra de vida de estos innovadores extraordinarios”, dijo la vicepresidente de la Fundación, Cecilia Conrad. 

Los miembros son nominados por nominadores anónimos secretos y las nominaciones son evaluadas por evaluadores igualmente anónimos. No hay solicitudes, ninguna nominación no solicitada, ningún concurso de popularidad o intermediación de influencias, sólo talento, dedicación y creatividad pura. 

Tres de los ganadores son de Pensilvania: 

• La física Danielle Bassett, de 32 años de edad, la Profesora auxiliar de Innovación de Skirkanich en el departamento de Bioingeniería en la Universidad de Pensilvania, ha sido galardonada por su trabajo de “aplicación de planteamientos matemáticos al análisis y modelación de la conectividad cerebral.”

• El compositor de jazz y saxofonista  Steve Coleman, 57, fundador de M-Base Concepts en Allentown, es un músico cuyo “virtuosismo técnico y compromiso con las tradiciones y estilos musicales de todo el mundo”, de acuerdo con la Fundación, amplían el arte de la composición espontánea. 

• El poeta Terrance Hayes, de 42 años de edad, profesor de composición en la Universidad de Pittsburgh, es galardonado como un poeta que “refleja sobre la raza, el género y la familia en palabras marcadas por la destreza formal… y en su subversión de las formas poéticas canónicas”.  

Nos complace enormemente observar que nuestros galardonados de Pensilvania son dos afroamericanos y una mujer. Nos sentimos menos complacidos de observar que no hay ningún galardonado latino este año, ni en Pensilvania ni en todo el país.

Sabemos que hay Latinos distinguidos en todos los campos porque los resaltamos regularmente en forma impresa y en nuestro sitio web. Pero la falta de Latinos en lo que comúnmente se denomina como becas de “genio” nos hacer reflexionar. 

¿Será que –aun los más habiles y exitosos— estamos jugando a lo seguro? ¿Vamos tras visiones creativas que ya han sido trazadas para nosotros? ¿Nos hemos enfocado en la conformidad y respetabilidad en vez de la innovación y creatividad? 

Nos gusta hablar sobre nuestro espíritu emprendedor Latino pero si volteamos a ver ¿quién abre nuevos caminos? ¿Quién –sin andar con rodeos—está dispuesto a arriesgar ese crisol en el que se forja el ingenio de la excelencia? 

En octubre, la cumbre “Forbes Under 30” auspiciará el concurso de rollo publicitario “$400,000 Pressure Cooker” (Olla de presión de $400,000) en Filadelfia, y esperamos que, por lo menos en el área de los negocios, sea una oportunidad para que los Latinos jóvenes apunten al ingenio. 

Por lo menos uno de los cinco lugares disponibles para el concurso de rollo publicitario será otorgado a un nativo de Filadelfia, según la publicación de Forbes. La “competencia para empresarios al estilo del Tanque de tiburones” será evaluado por inversionistas, entre ellos Steve Case de Revolution y el Presidente y Director Ejecutivo de Forbes Media, Mike Perlis.  

Sabemos que los innovadores y corredores de riesgos latinos son parte de esta ciudad. Uno de los “30 menores de 30” de Forbes, por ejemplo, es Alejandro Gac-Artigas, el Director Ejecutivo y Fundador de Springboard Collaborative. Como maestro de primer grado primaria Gac-Artigas estaba frustrado con el sistema educativo existente que no satisfacía las necesidades de los estudiantes de bajos ingresos, así que se propuso redefinir totalmente el sistema. 

Por supuesto, como muestran las becas de MacArthur, no solo los negocios exigen un espíritu emprendedor, el deseo de preguntar “¿y si acaso?” y luego ir tras la respuesta. Además de Bassett, Coleman y Hayes, los ganadores de las becas MacArthur de este año incluyen desde caricaturistas hasta traductores; matemáticos hasta organizadores sindicales; personas desde 32 años de edad hasta 71.  

En nuestra ciudad, las personas como la artista de la palabra hablada Denice Frohman exploran los intersticios entre el arte, la ejecución y la acción social en formas riesgosas y nuevas. Y varios artistas muy jóvenes, periodistas y activistas en etapas formativas cruciales tienen el potencial para nivelar, cambiar y por siempre alterar el campo de juego de nuestra ciudad. 

¿Ingenio Latino? Allí está, sin cautela. Cuidado MacArthur Foundation, durante los próximos años estarán inundados por él.