El 23 de abril de 2025, Steve "Mongo" McMichael, leyenda de los Chicago Bears y miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional, falleció a los 67 años tras una valiente batalla contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Su muerte ocurrió pocas horas después de ser trasladado a cuidados paliativos en Chicago, rodeado de su familia y seres queridos .​

Nacido en Houston en 1957, McMichael destacó en la Universidad de Texas antes de ser seleccionado por los New England Patriots en el Draft de la NFL de 1980. Sin embargo, fue con los Chicago Bears donde cimentó su legado, jugando 13 temporadas consecutivas y participando en 191 juegos seguidos, un récord de la franquicia. Como pilar de la defensa "46" de los Bears, fue fundamental en la conquista del Super Bowl XX en 1985 .​

Apodado "Mongo" por su personalidad vibrante y estilo de juego feroz, McMichael acumuló 95 capturas y 847 tacleadas en su carrera. Fue seleccionado dos veces al Pro Bowl y nombrado All-Pro en dos ocasiones. Tras retirarse del fútbol americano, incursionó en la lucha libre profesional con la WCW y más tarde se desempeñó como entrenador y comentarista deportivo

En 2021, McMichael anunció públicamente su diagnóstico de ELA, una enfermedad neurodegenerativa progresiva. A pesar de la gravedad de su condición, continuó siendo una figura pública activa, recibiendo el premio al Coraje de la Fundación Les Turner ALS en 2021. Su lucha incansable y la campaña liderada por su familia culminaron en su inducción al Salón de la Fama en 2024, ceremonia que presenció desde su hogar debido a su estado de salud

La vida de McMichael es un testimonio de determinación y pasión, tanto dentro como fuera del campo. Su legado perdura no solo en los récords y títulos, sino en la inspiración que brindó a quienes enfrentan adversidades. Su historia resalta la importancia de la conciencia y la investigación sobre la ELA, una enfermedad que continúa afectando a miles en todo el mundo.​

Steve McMichael deja una huella imborrable en el deporte y en la lucha contra la ELA, recordándonos que la verdadera grandeza se mide por el impacto duradero en la vida de los demás.​