La campana de contención de petróleo sobre el pozo averiado en el Golfo de México responde bien a las recientes pruebas y por primera vez desde el comienzo del derrame ha dejado de manar petróleo al mar, según la petrolera BP, causante del desastre ecológico.

Esta interrupción del vertido representa "una señal positiva", afirmó el presidente de EE.UU., Barack Obama, pero advirtió de que aún no se pueden adoptar conclusiones definitivas pues "continúan las pruebas" de la campana de contención instalada el pasado fin de semana sobre el pozo averiado.

BP indicó que "durante las pruebas las tres aberturas (de la campana) están cerradas, lo que a efectos prácticos cierra el pozo... Aunque no se puede garantizar, se espera que no se vierta petróleo al mar durante la prueba".

BP retomó las pruebas de resistencia de la campana tras haberlas suspendido la noche del miércoles al detectar una grieta en el obturador.

"Las pruebas comenzaron este jueves de acuerdo con los procedimientos aprobados por el Mando Nacional de Incidentes" y hasta el momento se desarrollan con normalidad, según BP.

Los primeros ensayos durarán al menos seis horas y podrían prolongarse hasta 48 horas.

No obstante, la empresa advierte de que aunque deje de verterse petróleo al mar durante el periodo de prueba "eso no quiere decir que el flujo de crudo y gas del pozo se haya detenido de manera permanente". A lo largo de las pruebas se irá midiendo la presión interna de la campana. Si es demasiado baja, ello apuntará a la existencia de otra fuga similar a la detectada la noche del miércoles y habría que comenzar de nuevo.

El coordinador de la lucha contra el vertido por parte del Gobierno de EE.UU., el almirante Thad Allen, indicó que si se registra una presión alta será una buena noticia, pues querrá decir que el dispositivo funciona como es debido y está en condiciones de soportar el flujo de crudo.