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Richardson: hay ambiente para mejorar relación Cuba-EEUU

Gobernador estadounidense Richardson apoya concierto de Juanes en La Habana.

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El gobernador estadounidense Bill
Richardson.

 

 

El gobernador estadounidense BillRichardson calificó el viernes de "expresión positiva" el concierto que el
cantante colombiano Juanes anunció para el próximo 20 de septiembre
en La Habana, que ha despertado airadas protestas en parte de la
comunidad cubano-americana.

"El concierto de Juanes es una expresión positiva, es musical,
mejora los nexos entre países y no debe ser una iniciativa
política", declaró el gobernador de Nuevo México a periodistas al
concluir una visita de cinco días a Cuba.

Para Richardson, ese es el tipo de intercambio que "va a mejorar
las relaciones" entre Estados Unidos y Cuba.

"Son expresiones que debemos de ver más positivamente, en vez de
verlas como eventos políticos", agregó.

Juanes prevé realizar su concierto "Paz sin fronteras" en la
Plaza de la Revolución de La Habana, junto con los españoles Miguel
Bosé y Víctor Manuel, la puertorriqueña Olga Tañón y el cubano
Silvio Rodríguez, entre otros.

Richardson también dijo el viernes que hay "un ambiente muy bueno" para mejorar las
relaciones de su país y Cuba, pero advirtió que llevará bastante
tiempo tras medio siglo de confrontación y reclamó "flexibilidad" al
Gobierno de La Habana.

"Hay un ambiente muy bueno, el mejor que he visto en muchos años
para arreglar las relaciones", y ahora hay que dar "pasos concretos
por los dos lados", dijo el político en rueda de prensa al terminar
una visita de cinco días a La Habana.

Richarson anunció que hará recomendaciones en ese sentido al
mandatario estadounidense, Barack Obama, pero aclaró que llegó a la
isla "como gobernador de Nuevo México y no representando a la
administración del presidente".

Aclaró que fue "principalmente una misión de comercio" que logró
avances para el "intercambio en trigo, manzana, otros granos y carne
de res", y que no se reunió con el presidente cubano, Raúl Castro,
ni con su antecesor y hermano mayor, Fidel, aunque sí recibió de
éste un "mensaje personal".

Sobre la normalización de las relaciones, insistió en que "va a
tomar tiempo" porque "es una cosa complicada" y hay "muchos temas
que discutir".

"Pero tenemos que hacerlo (...) Los dos tenemos que tomar pasos
para implementar los pasos necesarios para resolver la situación",
agregó.

Richardson opina que antes de abordar el embargo comercial y
financiero que aplica Washington a la isla desde 1962, o el también
delicado asunto de los presos políticos, hay que dar "otros pasos
humanitarios, entre personas y personas".

"Y aquí es donde veo los problemas principales", advirtió, como
el hecho de que su país tiene conflictos urgentes que acaparan la
atención de Obama y relegan el caso de Cuba.

En el lado cubano, ve una "falta de flexibilidad" y también de
"acciones recíprocas, especialmente en el área humanitaria", ante
los gestos de distensión de Obama en los últimos meses.

Tanto el presidente norteamericano como su secretaria de Estado,
Hillary Clinton, han dicho que el Gobierno que encabezan los Castro
debe hacer cambios en su política de derechos humanos y liberar a
los presos políticos.

Richardson reclamó que se ejecuten ya "los pasos muy positivos
que ha tomado Obama sobre los viajes a familiares y también sobre
las remesas" que envían los cubano-americanos a sus parientes en la
isla.

"Estos pasos son muy positivos, pero se deben implementar de
inmediato", y además, "se deben ampliar los permisos para los
norteamericanos viajar a Cuba, especialmente en las áreas de
deportes, negocios, cultura, científicos y académicos", agregó el
gobernador de origen mexicano.

"Se deben relajar las regulaciones (norteamericanas) sobre
biociencias y biotecnología, para que los científicos puedan viajar
entre los dos países, y las restricciones para los cubanos viajar a
Estados Unidos en cuestiones académicas, culturales y científicas",
añadió.

Al Gobierno de La Habana le pidió dar permisos a los cubanos para
viajar a Estados Unidos con menos restricciones, facilitar los
viajes de diplomáticos de ambos países y dialogar con los
cubano-americanos.

"Esto no es una sustitución de las discusiones y diálogos entre
Gobiernos, (pero) pienso que para tener éxito en este esfuerzo, los
cubano-americanos deben estar involucrados en las discusiones y
diálogos", explicó.

Richardson ve "un gran potencial para ampliar la relación en
negocios, deportes, cultura y ciencias", por lo cual se siente "muy
optimista".

Así se lo dijo al presidente del parlamento cubano, Ricardo
Alarcón, del que se declaró amigo desde hace 15 años, y a otros
funcionarios con los que se entrevistó y de los que espera alguna
respuesta.

Richardson, que fue candidato presidencial, es el político
norteamericano de mayor nivel que ha visitado La Habana en varios
años y ello despertó especulaciones sobre posibles gestiones
políticas.

Medios estadounidenses han recordado que el gobernador ya visitó
la isla dos veces a fines del siglo pasado, como emisario del
entonces presidente Bill Clinton, e intervino en la liberación de
presos políticos.

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