“Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos que mantienen su neutralidad en tiempos de crisis moral”, decía Dante Alighieri, poeta italiano de la Edad Media.

Y entre la Divina Comedia y la política estadounidense del siglo XXI, parecen no haber tantos años.

Desde la elección de Donald Trump como presidente de Los Estados Unidos, el factor de base de la realidad nacional ha sido el compás moral de los políticos elegidos por el pueblo para representarles y hacer realidad las transformaciones anheladas desde los suburbios hasta las grandes metrópolis.

Nada más complicado.

Se vea desde donde se vea, este es el período político más enrevesado y turbulento en la historia del país, donde un presidente está siendo investigado por abrir las puertas de hierro y dejar al enemigo dormir en casa, mientras el Congreso se fractura irremediablemente.

No sólo hablamos de agentes extranjeros e intereses de una red internacional de multimillonarios, sino del peor antagonista de una nación: el odio.

Odio entre nacionalidades, entre ideales, entre partidos políticos.

Es por ello que escoger los políticos más influyentes de este año nos fue particularmente complicado. La ira a flor de piel y el miedo generalizado han desestabilizado mucho más que el Capitolio, y seguirle la pista a lo que realmente hacen nuestros representantes en el Congreso es cada vez más difícil.

Nuestra edición de Políticos del Año cuenta con cinco personajes que arrasaron con los titulares a nivel nacional, que marcaron la pauta en la manera de hacer política en el país, y que mantuvieron, de una u otra manera, el compás mirando al norte.

Asimismo, hemos puesto la lupa sobre los políticos aquí en casa; esas personas que trabajan día a día al ritmo de las necesidades de sus constituyentes, sin importar lo que digan los titulares.

Esperamos así arrojar un poco de luz y de perspectiva a este momento tan oscuro, y hacer saber a nuestros lectores que aunque la marea amenace con romper las velas, siguen habiendo personas con las manos fijas en los remos y el timón en la dirección correcta.