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Obama pide ayuda para presionar a Irán

Obama pide ayuda para presionar a Irán

Pidió ayuda a Brasil para convencer a Irán que renuncie a su programa nuclear.

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El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, atiende durante la mesa redonda celebrada dentro la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del "Grupo de los Ocho".

 

El presidente de EEUU, Barack
Obama, pidió hoy ayuda a su colega brasileño, Luiz Inácio Lula da
Silva, para presionar a Irán para que renuncie a un programa nuclear
con fines militares, informó la Casa Blanca.

Ambos mandatarios se reunieron hoy por espacio de treinta minutos
al margen de la cumbre del G8 que se desarrolla en la ciudad
italiana de L'Aquila, en un encuentro en el que abordaron la
situación en Irán, el golpe de Estado en Honduras, la crisis
económica y la energía y el cambio climático.

Según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, Obama
manifestó a Lula que EEUU cuenta con Brasil, que mantiene unas
buenas relaciones comerciales con Irán, para ayudar a convencer a la
República Islámica de que renuncie a un programa nuclear con fines
militares.

Gibbs añadió que Obama indicó a Lula que esas buenas relaciones
conceden a Brasil una oportunidad única para reiterar la posición
del G8 acerca de Irán.

La pasada noche, los países más industrializados -EEUU, Canadá,
Japón, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Rusia- emitieron una
declaración en la que afirman: "reconocemos que Irán tiene derecho a
contar con un programa civil nuclear, pero con la responsabilidad de
dar una confianza basada en que el objetivo de sus actividades
nucleares será siempre pacífico".

En su reunión, Obama también expresó a Lula su agradecimiento por
la coordinación de Brasil y otros países en el continente para
buscar una solución diplomática en Honduras de modo que vuelva al
poder el depuesto presidente Manuel Zelaya.

En lo que respecta al cambio climático, los dos países acordaron
mantener la cooperación para buscar un mayor consenso entre los
países de cara a la reunión de Copenhague el próximo diciembre.

El G8 aprobó ayer una declaración en la que se comprometía a
reducir en un 80 por ciento sus emisiones de gases contaminantes
para 2050 y proponía una reducción del 50 por ciento para los países
en vías de desarrollo.

Los principales países emergentes, como India o China -dos de los
principales contaminantes-, se oponen a esa reducción, que no
figurará en el debate que presidirá Obama esta tarde en el Foro de
las 17 Mayores Economías (MEF) sobre cambio climático.

Las negociaciones en cambio se centrarán en conseguir que los
países emergentes aprueben la meta de limitar el aumento de la
temperatura terrestre a una media de dos grados Celsius, algo que
también aprobó el G8 en su documento del miércoles.

Lula y Obama abordaron también la crisis económica y repasaron
los pasos que pueden darse para ayudar a los mercados emergentes,
así como la importancia de la regulación financiera.

El encuentro entre Obama y el presidente brasileño tuvo lugar
antes de que el G8 comenzara una reunión con las cinco mayores
economías emergentes -Brasil, México, China, India y Sudáfrica- y
Egipto.

En la entrevista de los dos mandatarios hubo también lugar para
el humor, pues el brasileño regaló al estadounidense una camiseta de
la selección de fútbol "canarinha" autografiada por sus jugadores.

Posteriormente, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs,
indicó que Obama bromeó con Lula sobre la final de la Copa de
Confederaciones, en la que Brasil se acabó imponiendo por tres goles
a dos a EEUU tras remontar un dos-cero.

Estados Unidos "nunca volverá a ceder una ventaja de dos goles",
aseguró el presidente estadounidense entre las risas de su colega
brasileño, según Gibbs.

Originalmente, el presidente estadounidense había planeado
reunirse con el líder chino, Hu Jintao, pero este mandatario regresó
el miércoles a primera hora a su país ante las manifestaciones de la
minoría uigur en la provincia de Xinjiang, reprimidas con violencia
y en las que han muerto ya más de 156 personas según las autoridades
en Pekín.

Gibbs precisó que la reunión se produjo a iniciativa de Obama,
que, desde su llegada a la Casa Blanca, también ha hablado por
teléfono con su par brasileño en media docena de ocasiones y ya se
había reunido con Lula en la Casa Blanca en marzo.

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