"La absurdidad de la ley 1070 pertenece a los extremistas y a los políticos como la gobernadora de Arizona, Jan Brewer", pero tambien al presidente de EE.UU., Barack Obama, según el columnista del Huffington Post, Roberto Lovato.

Lovato reconoce los esfuerzos del presidente para combatir la ley anti-inmigrante a través de la demanda interpuesta por el Departamento de Justicia.  Sin embargo, el periodista considera que la política de Obama en cuestiones migratorias, y la aplicación de programas como la 287g y comunidades seguras, que permiten el intercambio de información entre policías locales y agencias federales, alimenta la posibilidad de que surjan leyes como la 1070 y practicas discriminatorias como las del alguacil del condado de Maricopa Joe Arpaio.

"La administración de Obama es amigo y rival de la 1070, amigo por que continúa y expande las políticas de la era de (George W.) Bush que permiten la 1070, y enemigo porque demanda las partes de la ley que su propia administración ha ayudado a crear", dijo Lovato

Además, el periodista reconoció la decisión de la jueza federal Susan Bolton como el comienzo de una nueva etapa en la lucha de la inmigración en Estados Unidos, pero dijo que "no soluciona la discriminación desatada por las partes de una ley aún discriminatoria".

Específicamente, la decisión de la jueza Bolton respecto a la 1070, prohíbe al estado que la policía verifique el estatus migratorio de una persona al momento de su arresto; criminalice a los indocumentados que soliciten o ejecuten un trabajo o labor; y autorice la detención sin orden de arresto de una persona cuando exista "causa probable" de que haya cometido una ofensa pública que pueda ser castigada con la deportación.