LIVE STREAMING

Mexicano de 17 años, víctima de agresión en condado de NY

El mexicano de 17 años fue golpeado por un hispano y dos afroamericanos en la villa de Port Richmond.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Reverenda Terry Troia, directora del Centro para el Inmigrante de Port Richmond.

Un mexicano de 17 años se convirtió en la más reciente víctima de la ola de agresiones contra inmigrantes en la villa de Port Richmond, en el condado neoyorquino de Staten Island, a pesar de la estrecha vigilancia de la Policía.

El menor, cuyo nombre no ha sido revelado, regresaba de trabajar en la madrugada del sábado de un restaurante en Manhattan cuando fue agredido por un latino y dos afroamericanos que gritaron insultos contra los mexicanos y el robaron diez dólares, señalan hoy medios locales.

Indican además que un hispano se acercó al mexicano y le hizo una pregunta, aparentemente para distraerle, y que entonces aparecieron dos afroamericanos que comenzaron a golpearle mientras le gritaban los insultos.

El joven, la décima víctima de las agresiones que se han registrado desde el pasado 5 de abril, fue atendido en un hospital por heridas menores.

Para la reverenda Terry Troia, que dirige el Centro del Inmigrante en Port Richmond, el último ataque "es extremadamente preocupante".

"No es sólo un acto de violencia, sino un acto de desafío de una comunidad que hace sus mejores esfuerzos para buscar la manera de establecer relaciones, la paz y crear un vecindario más seguro", indicó Troia.

La policía ha dicho que investiga el último ataque y los nueve anteriores como agresiones motivadas por el odio racial. Pero, un gran jurado rechazó presentar cargos de odio racial contra tres jóvenes que fueron arrestados en relación a uno de los casos.

Las agresiones contra inmigrantes han aumentado la presencia de la policía en las calles de Port Richmond, donde además mantiene dos torres de vigilancia y una unidad móvil.

También miembros de los Ángeles Guardianes -voluntarios que patrullan zonas de incidencia criminal- se han unido en la vigilancia.