El presidente de Perú, Alan García, anunció  durante su mensaje por el 189 aniversario de la Independencia de Perú, la cancelación de la licencia de funcionamiento del complejo metalúrgico de La Oroya, operado por la minera Doe Run.

El anuncio se realiza luego de que este martes el ministerio peruano de Energía y Minas informara que la minera, de capitales estadounidenses, había incumplido el plazo para reanudar las operaciones en La Oroya y presentar los documentos que acreditasen la realización de un plan de adecuación ambiental.

"La regulación debe impedir que una empresa abuse del país o lo chantajee como es el caso de Doe Run, y vencido el plazo sin solucionar la contaminación ambiental se cancelará la licencia de funcionamiento", dijo García durante el tradicional mensaje que realizó en el Congreso de la República.

En previsión de que la minera no cumpliera con los requisitos planteados por el Gobierno, el Ejecutivo peruano anunció la pasada semana que tiene preparado un plan para reubicar a los 2.500 trabajadores del complejo metalúrgico de La Oroya.

Doe Run paró las operaciones de dicho complejo el pasado año a raíz de que varios bancos internacionales le negaran un crédito que necesitaba para poder continuar.

Desde entonces ha pedido al Estado varios plazos para solucionar la crisis que atraviesa la empresa, el último de los cuales venció este 27 de julio.

Entre los otros anuncios relacionados con el sector minero y de hidrocarburos, y realizados hoy por García durante su discurso en el Congreso, destacó la cifra de 17.000 millones de soles (5.900 millones de dólares) que dejaron en el país las empresas de hidrocarburos y minería por concepto de canon y regalías.

Además, García se refirió a las críticas recibidas porque las regalías que deja el gas destinado a la exportación sean menores a las que se obtiene por el combustible de consumo interno, hecho que se deriva de los distintos valores de referencia fijados en los contratos con las empresas exportadoras.

"El Gobierno sí considera que el precio del gas para la exportación no fue bien fijado y es el momento de buscar una renegociación", afirmó el mandatario, quien señaló que si esto no se soluciona sería como "subsidiar el mercado externo", algo absurdo, en su opinión.

"Lo que proponemos es que las regalías para exportar gas, aunque baje el referente, nunca sean menores a las del consumo interno. Estamos seguros que por la justicia de nuestro planteamiento llegaremos a un acuerdo", agregó el mandatario.

Precisamente, el tema del gas protagonizó uno de los momentos álgidos del que es el último discurso del segundo Gobierno de García, cuando los congresistas de la oposición pifiaron, enseñaron carteles y lanzaron gritos contra la venta de gas al exterior.