Bartender in the United States
Las propinas forman parte de una cultura muy extendida en Estados Unidos (Foto de archivo AFP).

El país de las propinas: el Senado aprueba exoneración de impuestos

Con apoyo bipartidista y sin objeciones, el Senado de Estados Unidos aprobó el proyecto No Tax on Tips Act, una de las promesas estrella de la campaña de Trump.

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En una decisión inesperada, el Senado estadounidense aprobó por unanimidad el proyecto de ley No Tax on Tips Act, que establece una deducción fiscal de hasta 25.000 dólares anuales sobre propinas declaradas por trabajadores que ganen menos de 160.000 dólares al año. La medida, promovida por el senador republicano Ted Cruz y respaldada por legisladores demócratas de estados con alta dependencia del empleo en servicios, como Nevada, forma parte de las prioridades fiscales del presidente Donald Trump.

El proyecto fue presentado en enero y aprobado el martes 20 de mayo mediante el mecanismo de “consentimiento unánime”, usualmente reservado para trámites no controversiales. Como reportó NBC News, la senadora Jacky Rosen (D-Nev.) lo presentó directamente en el pleno, y ninguno de los 99 senadores presentes lo bloqueó. Rosen defendió la medida señalando que “Nevada tiene más trabajadores que reciben propinas por habitante que cualquier otro estado. Así que este proyecto significaría un alivio financiero inmediato para incontables familias trabajadoras”.

La ley aprobada modifica el Código de Rentas Internas de 1986, permitiendo que los trabajadores con ingresos por debajo del umbral establecido deduzcan de su ingreso gravable el total de propinas reportadas formalmente a sus empleadores, hasta un máximo de 25.000 dólares. Como estipula el texto legislativo, esto aplica exclusivamente a ocupaciones donde las propinas eran costumbre antes del 31 de diciembre de 2023. El Departamento del Tesoro deberá publicar una lista oficial de esas ocupaciones en un plazo de 90 días.

La propuesta fue una de las promesas más sonadas de Trump durante su campaña. Según The Hill, el expresidente anunció la idea durante un mitin en Nevada en junio de 2024, y la convirtió en mensaje clave para captar votantes de la clase trabajadora. “Si eres mesero, bartender, valet, repartidor o cualquiera que dependa de propinas, tus propinas serán 100 % tuyas”, dijo entonces Trump.

En el debate público, sin embargo, la propuesta ha recibido críticas. De acuerdo con NBC News, expertos en política tributaria advierten que muchos trabajadores con propinas ya no pagan impuestos federales sobre la renta debido a sus bajos ingresos, por lo que el beneficio sería simbólico. Además, algunos economistas temen que el incentivo lleve a los empleadores a reclasificar salarios fijos como propinas para pagar menos impuestos.

Como explicó The New York Times, aunque la deducción reduciría el monto sujeto a impuesto sobre la renta, las propinas seguirían contando como salario para efectos de contribuciones a la seguridad social y Medicare. Es decir, los empleadores continuarían pagando impuestos sobre ellas y podrían seguir beneficiándose del llamado “tip credit” (crédito fiscal por propinas), que ahora se ampliaría a negocios de belleza como peluquerías y spas.

La medida tampoco cambia las reglas que impiden que trabajadores de cocina —como chefs o lavaplatos— reciban propinas directamente, salvo que participen en un fondo de distribución legal. Tampoco modifica el salario mínimo federal de 7,25 dólares por hora, ni la práctica de permitir que a los trabajadores que reciben propinas se les pague solo 2,13 dólares por hora, siempre que las propinas cubran la diferencia.

En cuanto a los consumidores, el Times cita a expertos que creen que el cambio podría incentivar a más empresas a fomentar la cultura del “tip” entre sus empleados para atraer mano de obra, aunque no necesariamente reducirá la presión sobre los clientes, quienes ya han expresado fatiga frente a la creciente frecuencia con la que se les solicita dejar propinas.

El proyecto ahora pasa a la Cámara de Representantes, donde los republicanos han intentado incluirlo dentro de un paquete legislativo más amplio, conocido como One Big Beautiful Bill Act. Sin embargo, demócratas como la senadora Rosen han pedido que se vote por separado. “No deberíamos obligar a las familias trabajadoras a escoger entre mantener su atención médica o conservar sus propinas”, afirmó en The Hill, criticando que la propuesta se combine con recortes a programas como Medicaid y SNAP.

El senador Ted Cruz defendió la votación en el Senado como un ejemplo de sentido común y cooperación bipartidista: “Una u otra forma, la ley de no impuestos a las propinas se convertirá en ley y ofrecerá alivio real a los estadounidenses trabajadores”, dijo ante el pleno, citado por NBC News.