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El bajo Manhattan se opone a plan de rezonificación

Los latinos y afroamericanos aducen que el desarrollo urbanístico de la zona ha obligado a muchos residentes a mudarse.

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Los residentes latinos y
afroamericanos del bajo Manhattan, de escasos recursos económicos,
se han unido para enfrentarse a los planes de desarrollo urbanístico
que ya han obligado a mudarse a muchos vecinos para la construcción
de lujosos edificios.

Los hispanos y afroamericanos consideran
que es una victoria
haber logrado un acuerdo con activistas, comerciantes y residentes
del popular Barrio Chino que les rodea, y que se agruparon bajo el
"Chinatown Working Group", para unidos enfrentarse al plan de
rezonificación del alcalde Michael Bloomberg, aprobado en 2008.

La
rezonificación de una zona determina qué tipo de edificios se
construye, el alto, el ancho, si son de lujo, residenciales o
comerciales.

Tras aprobarse ese plan, se han construido en el
bajo Manhattan
lujosos edificios de apartamentos, bares, supermercados y otros
negocios, lo que ha provocado que desaparezcan negocios que
estuvieron allí durante muchos años.

La población del bajo
Manhattan, conocido como el Lower East
Side, donde hay apartamentos de interés social, y el famoso Barrio
Chino, se reparte entre un 28 por ciento de origen hispano, 7
afroamericana y 44 por ciento china.

Más del 90 por ciento de los
residentes de esas comunidades son
trabajadores de bajos ingresos.

Aquí hemos criado a nuestros
hijos y ahora lo hacemos con
nuestros nietos y biznietos y ayudamos a los ancianos que están
solos, dijeron un grupo de madres que han residido en la zona
del bajo Manhattan por al menos cuatro décadas y que ahora luchan
por su comunidad.

"Antes venía aquí y compraba café y bizcocho,
pero ya la
repostería no existe", comentó Angelina Avilés al referirse a una
antigua panadería situada a unos pasos de la organización
comunitaria NMASS (National Mobilization Againts SweatShops) donde
se realizó la conferencia, y donde ahora se levanta un lujoso
edificio de apartamentos.

Para vivir en la nueva edificación
"tienes que pagar como 7.000
dólares mensuales o comprarlo por un millón de dólares", lamentaron.

De
acuerdo con Andrades, miembro de NMASS, tras varios meses de
conversación con los miembros de la coalición del Barrio Chino,
donde hay representantes de la Administración Bloomberg (que no
tienen voto en las decisiones del grupo comunitario) acordaron
unirse en defensa de sus respectivas comunidades.

Agregó que
ambas comunidades se proponen presentar a la ciudad su
propuesta de rezonificación.

"La comunidad tiene derecho a ser
escuchada en los planes que
determinarán cómo se va a ver esa comunidad en el futuro", afirmó.

De
acuerdo con el grupo de latinos ya se han construido varios
costosos edificios de apartamentos, supermercados "con precios que
no podemos pagar", restaurantes y otros negocios.

"Ya no hay
'marquetas' (plazas de mercado) donde podamos ir a
comprar frutas y vegetales y otros productos latinos. Había una
carnicería y la cerraron. Ahora tengo que ir a otro sector porque
donde vivo los precios de los supermercados son muy caros", destacó
la puertorriqueña Yolanda Donato.

Donato y Amelia Avilés viven en
apartamentos de interés social de
la ciudad y temen ser desalojadas. Aseguran que no se están
reparando las unidades y que hay muchos apartamentos vacíos.

"Cada
vez que llueve en mi apartamento se cuela el agua. Me he
quejado, pero no lo han reparado. Lo que hemos escuchado es que van
a sacar a la gente para construir edificios de lujo y nos van a
enviar a vivir a otros condados", señaló Avilés.

Norma Ramírez,
que durante 36 años trabajó en un hospital del
bajo Manhattan y que ahora está retirada, aseguró que está
acudiendo a la corte para ayudar a vecinos que se enfrentan al
desalojo de apartamentos públicos.

"Como comunidad tenemos que
luchar para estar unidos. Si aquí se
va a construir, que sean apartamentos de los que se beneficie la
comunidad, si aquí van a haber cambios, queremos participar",
afirmaron.

Andrades recordó que lo que ocurre en el bajo
Manhattan ocurre
también en otras comunidades de minoría como El barrio latino de
Harlem y el Alto Manhattan, donde vive la comunidad dominicana,.

"Nuestra
lucha puede servir como modelo de que si luchamos
podemos tener control de lo que ocurre" en los vecindarios, comentó.