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Ciudad Juárez: La más violenta del mundo

La ciudad fronteriza que una vez fue de las más ricas de México, y atraía a trabajadores y turistas hoy vive en un estado de violencia e impunidad ante la…

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Si en un inicio los narcotraficantes en Ciudad Juárez, México, saldaban cuentas pendientes con otros bandos sin afectar a la población en general, en la actualidad es común que las balaceras ocurran en lugares públicos y alcancen de manera indiscriminada a quienes se encuentran en calles, hospitales, negocios, bares, restaurantes y hasta iglesias.

La violencia allí es atribuida a la guerra contra el narcotráfico que ha escalado en los últimos tres años desde que el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán envió a sus sicarios a arrebatarle el control al cártel de Juárez de manos de Vicente Carrillo Fuentes. Mientras, en México, los carteles de Sinaloa, Golfo, Zetas, Tijuana, Juárez y La Familia Michoacana se disputan el poder, según la Agencia Federal Antidrogas (DEA). Además, en Ciudad Juárez se habla de otro cártel llamado “La línea de Juárez”.

La frontera es una zona de particular importancia para las carteles en donde se mueven drogas hacia el norte y armas hacia el sur. De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, el 90 por ciento de la cocaína destinada hacia Estados Unidos llega a través de México desde Sudamérica y se estima que el 60 por ciento de las drogas son introducidas ilegalmente a través de unos 350 kilómetros en la frontera entre Nuevo México y Texas.

Además, el propio Buró de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego de Estados Unidos estima que cada año se exporta ilegalmente a México unas 300 mil armas.

Los asesinatos en Ciudad Juárez son en ocasiones extremadamente violentos y sádicos, y suelen ocurrir en la vía publica sin gran temor de los sicarios a ser descubiertos por las autoridades. Hace un par de años, los cuerpos eran descubiertos “encobijados” sobre el Rio Bravo, “entambados” con cemento en lotes baldíos en las afueras, o “encajueldos” en un automóvil abandonado. Hoy las víctimas son “rafagueadas” a plena luz del día por comandos armados con armas de alto calibre y realizan sus operaciones en las que asesinan a una, dos o hasta 16 personas en cuestión de minutos. Los cuerpos de las víctimas han sido en ocasiones descuartizados, degollados, y esparcidos sobre la calle o colgados de algún puente o monumento en las avenidas principales con mensajes de amenazas a autoridades y carteles adversarios a través de las llamadas “narcomantas”.

En ocasiones se presume que las víctimas de la violencia en Juárez son solo personas involucradas de alguna manera con el narcotráfico o en algún conflicto entre pandillas, sin embargo la guerra de cárteles y su insensibilidad a la violencia ha propagado otros actos en manos del crimen organizado y criminales comunes cuyas víctimas son trabajadores, empresarios, y personas de cualquier clase social que intentan llevar una vida normal.

Los secuestros, extorsiones, y amenazas disfrazadas de “cuotas” de protección son las estrategias más comunes de los criminales en Juárez. Aquellos que no paguen están expuestos al secuestro o asesinato de sus familiares o de ellos mismos o a que sus negocios sean quemados o “rafagueados”.

 

La economía también sufre con la violencia

 

Antes de la recesión económica, Ciudad Juárez era una de las ciudades más ricas de México y con menor tasa de desempleo gracias a la industria de manufactura en la región. La inversión extranjera de las “maquiladoras” o ensambladoras atraía a trabajadores de otras partes de México, mientras que la intensa vida nocturna de la ciudad atraía a turistas estadounidenses que también visitaban la ciudad para comprar medicinas o recibir servicios médicos o de dentistas por una fracción de lo que costarían en Estados Unidos.

Entre la recesión y la guerra de las drogas, los turistas han dejado de visitar la ciudad, mientras que los inversionistas extranjeros han congelado proyectos. Además, un gran número de negocios, bares, restaurantes y clubes nocturnos han cerrado sus puertas provocando un fuerte desempleo. Según la cámara de comercio local, han sido más de 5.000 negocios que han cerrado sus puertas desde el 2006, mientras que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) calcula que desde el 2007 a la fecha unos 10.000 negocios han clausurado por la inseguridad y las extorsiones del crimen organizado.

Según INEGI, el estado de Chihuahua en su totalidad se ubicó en primer lugar de desempleo en México durante el primer trimestre del 2010. Otras fuentes estiman que el desempleo en Ciudad Juárez ha aumentado de cero al 20 por ciento en los últimos dos años, mientras que el promedio en México es de 4,81 según INEGI.

En cuanto a los jóvenes, el 15,15 por ciento en la ciudad fronteriza está desempleado, mientras que el promedio nacional es de 9,45 por ciento.

Según fuentes oficiales, se estima que entre el 60 y 70 por ciento de los asesinados son jóvenes de entre 14 y 24 años, algunos de ellos posiblemente involucrados con el narcotráfico como una manera “fácil y rápida” de obtener dinero a falta de empleo y ante un salario mínimo oficial de unos $4.45 dólares diarios por una jornada de ocho horas, que inclusive en México difícilmente alcanzarían para cubrir las necesidades básicas.

 

Junto con las fuerzas armadas crece la impunidad

 

El presidente de México, Felipe Calderón, ha empleado a las fuerzas armadas y policiales para intentar controlar la violencia; sin embargo, los resultados no han sido los esperados. El gobierno federal envió 5.500 militares a la ciudad fronteriza durante el 2007; a mediados de 2009 la cifra aumentó a 6 mil; y en enero del 2010 se enviaron 2 mil policías federales. Además, el mando de los operativos pasó a manos de la Policía Federal. Sin embargo, la militarización no ha logrado disminuir la violencia o los asesinatos, y a pesar del incremento de las fuerzas armadas, parecen estar proporcionalmente en aumento ante un estado de impunidad, corrupción y aparente anarquía.

Al miedo de los ciudadanos, que viven en alerta ante la posibilidad de que en cualquier momento estalle la violencia o alguna balacera justo en donde se encuentran, o reciban en su casa una llamada de extorsión o amenaza de secuestro, se suma el temor a los abusos de las fuerzas armadas.

En una encuesta realizada por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez en noviembre del 2009, el 97 por ciento de los entrevistados dijo sentirse inseguro, mientras que el 52 por ciento dijo desconfiar de todas las autoridades mexicanas.

De acuerdo con Human Rights Watch, la gran mayoría de abusos cometidos por el Ejército ni siquiera se llevan a Cortes, además de que la justicia militar se conduce con total autonomía y ausencia de transparencia, lo que ha provocado en la población el miedo al Ejército.

La Cámara de Comercio de Ciudad Juárez aseveró que las extorsiones, secuestros, robos y asesinatos “tienen al borde de convertirla en una pueblo fantasma pues sus habitantes y comerciantes están huyendo para proteger sus vidas”.

 

Los criminales se quedan y los ciudadanos huyen de la ciudad

 

Muchos hablan de un éxodo de 75 mil hasta 500 mil personas en los últimos dos años, de los cuales algunos regresan a sus lugares de origen en el interior de México, mientras que los que tienen la posibilidad económica y legal se mudan a la vecina ciudad del Paso, Texas, irónicamente la segunda ciudad más segura en Estados Unidos de acuerdo con el FBI entre otras poblaciones de 500 mil a 750 mil habitantes.

El Instituto de Planeación de Ciudad Juárez calcula que hay 116.000 viviendas vacías, y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) ha reportado que 5.000 de las viviendas que financia están abandonadas, pero no hay datos oficiales sobre el número de quienes han huido en los últimos años, y es necesario esperar los resultados del censo del 2010.

En noviembre del 2009, diversos empresarios, así como la Asociación de Maquiladoras de Exportación, y la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), solicitaron la intervención de la ONU, organismo que en julio de 2009 ofreció apoyar a las autoridades mexicanas para atender el fenómeno del desplazamiento.

 

Junio, el mes más violento con 303 muertes violentas

 

Junio pasado ha sido el más violento este año en Ciudad Juárez, México, con 303 homicidios, y los primeros 30 minutos del 1 de julio comenzaron con el asesinato de la subprocuradora de Asuntos Internos del estado de Chihuahua, Sandra Ivonne Salas. Junio superó mayo (253), marzo (240) y en enero (222). En total, son 1.389 las muertes violentas durante el primer semestre del 2010, el más violento en los últimos tres años, según El Diario de Juárez. El 2008 fueron 1.623 homicidios, 2009 alcanzaron 2.754, y hasta junio, 1.389.

El mes más violento en la historia de la ciudad ha sido, sin embargo, agosto del 2009 con 316 muertos.

Localizada en el estado de Chihuahua, con casi un millón y medio de habitantes, Juárez podría ser la ciudad más peligrosa del mundo, incluso más que zonas declaradas en guerra como Bagdad.

Durante el 2009 se reportaron 2.754 asesinatos, mientras que en Baghdad fueron 1.545 según Iraq Body Count, pese a que la capital de Irak tiene una población cinco veces mayor.

Ese año, Afganistán, con una población de 29 millones, reportó 2.412 muertes violentas de civiles y 520 de militares, según la Misión de Asistencia en Afganistán de Naciones Unidas (UNAMA).

En Juárez, en el 2009 se registraron 191 homicidios por cada 100 mil habitantes. Le siguen San Pedro Sula, Honduras, con 119, y la capital salvadoreña, San Salvador, con 95. Esta ciudades junto con la capital venezolana de Caracas representan las más peligrosas de América.

Algunas fuentes señalan que en los años noventa, considerados los más violentos de la guerra del narcotráfico en Colombia, en Medellín y Cali nunca se superó la tasa de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, sin embargo, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Publica y Justicia Penal en México señala que en Medellín el indice de asesinatos llegó hasta los 250.

A diferencia de otras ciudades en las que la violencia se concentra en áreas como el barrio de Fabelas en Río de Janeiro, Brasil, o Cité Soleil, en la capital haitiana de Port-au-Prince, la violencia en Ciudad Juárez se extiende por todo su territorio sin discriminar sectores o clases sociales. CNN listó en abril a Juárez entre las ciudades más peligrosas del mundo junto con Karachi, Pakistan; Beirut, Líbano; y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

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