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Más de un siglo después, Gross sigue impresionando

“La Clínica de Gross”, del filadelfiano Thomas Eakins, vuelve el 24 de julio al Museo de Arte después de una “cirugía”.

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Una pintura, que en su momento fue considerada grotesca, sangrienta y no apta para niños y mujeres, es hoy en día una de las piezas de arte más valiosas del Museo de Arte de Filadelfia y este verano tendrá una reaparición tras una profunda restauración.

Se trata de la obra de uno de los pintores más importantes en la historia de Filadelfia, Thomas Eakins, y su obra “La clínica de Gross” (The Gross Clinic) creada en 1875 para celebrar el Centenario de la historia de Estados Unidos.

“Es una pintura muy importante para la ciudad de Filadelfia ya que se creó para conmemorar el progreso que los Estados Unidos habían hecho en su primer siglo y se instó a los artistas de Filadelfia a hacer algo espectacular que mostrara la ciudad y causara una gran impresión”, dijo Kathleen Foster, curadora de arte estadounidense del Museo de Arte de Filadelfia.

Es por eso que el pintor filadelfiano decidió pintar a una de las personas que más admiraba, el cirujano y profesor Samuel Gross. La pintura, la cual mide ocho pies de alto y 6,5 de largo, muestra al médico durante una intervención quirúrgica ante un salón de clases.

“El artista estaba muy orgulloso de la historia de la medicina y la docencia en Filadelfia. El doctor Gross era una celebridad internacional. Y hasta la fecha, la enseñanza de la medicina en Filadelfia es una de las cosas más importantes de nuestra economía, es por eso que esta pintura todavía muestra la identidad de la ciudad”, agregó Foster. 

La pintura perteneció durante décadas a la Universidad de Thomas Jefferson, en donde según expertos en restauración, sufrió daños causados por una limpieza muy brusca en 1925.

En noviembre del 2006, la junta de la universidad votó por vender la pintura al Museo de Arte Nacional en Washington por $68 millones, un precio récord para una obra de arte realizada en Estados Unidos antes de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, el Museo de Arte de Filadelfia consideró vital conservar dicha pintura en la ciudad y agotó opciones para adquirirla. El Museo creó un fondo para recaudar dinero bajo el código de preservación histórica de la ciudad. Semanas después, el fondo recabó $30 millones y en diciembre del 2006 el banco Wachovia decidió hacer un préstamo por la diferencia.

“La pintura se compró en $68 millones, para mí esta pintura no tiene precio por ser una pintura tan importante para la historia de la ciudad”, dijo Foster.  Una vez que el museo adquirió la pintura se dio a la tarea de examinar su estado físico y ha permanecido en restauración desde hace seis meses.

“Conozco la pintura muy bien, he trabajado en ella desde 1982, cuando perteneció a la universidad, sabía que tenía mala condición”, dijo el subdirector del Departamento de Conservación del Museo, Mark Tucker.

 La pintura estará lista y se exhibirá a partir del 24 de julio en el Museo de Arte.

“Es muy impresionante, una obra que causó controversia por ser considerada grotesca, sangrienta y muy real; algunos la amaron, otros la odiaron, pero es sin duda una obra maestra”, dijo Foster.