La gobernadora de Arizona, Jan Brewer,
dijo este lunes sentirse decepcionada después de reunirse con altos
funcionarios de la Administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, por el envío de sólo 524
soldados de la Guardia Nacional para resguardar la frontera en este
estado.

"Siempre hemos pedido más y hemos dicho que necesitamos
más",
dijo Brewer al término de la reunión de tres horas que sostuvo
en Phoenix con miembros del Gobierno, e insistió en que se requiere
de un mínimo de 3.000 soldados para proteger la frontera de Arizona.

Brewer
se reunió con un grupo de ocho funcionarios del gobierno
federal encabezados por John Brennan, asesor presidencial sobre
seguridad nacional y antiterrorismo; Tom Taquín, asesor presidencial
especial y director principal de política de seguridad fronteriza y
Alan Bersin, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección
Fronteriza, CBP, entre otros.

Durante su visita a Arizona, los
funcionarios informaron del
envío adicional de 1.200 soldados de la Guardia Nacional a la
frontera con México, de los cuales 524 serán enviados a Arizona y
llegarán el próximo mes de agosto.

La delegación gubernamental
presentó a Brewer los puntos más
importantes del éxito que ha tenido el Programa para la Frontera
Sudoeste en el último año.

Entre ellos destacaron la inspección
por primera vez de un 100
por ciento de los envíos por tren hacia el sur en busca de armas
ilegales, drogas y dinero en efectivo.

También se movilizaron a
326 agentes adicionales de la Patrulla
Fronteriza entre puntos de ingreso y 58 oficiales de CBP en pasos
fronterizos.

También indicaron que por medio de esfuerzos
combinados se
decomisaron 85 millones de dólares de dinero en efectivo ilícito a
lo largo de la frontera con México, un aumento del 22 por ciento con
respecto al año pasado.

Asimismo se confiscaron 1.404 armas de
fuego y 1,62 millones de
kilos de drogas a lo largo de la frontera suroeste, lo que refleja
un aumento del 22 y 14 por ciento respectivamente en relación al
mismo periodo durante el año pasado.

"Nada de lo que escuchamos
fue lo que esperábamos escuchar", dijo
Brewer, quien el pasado 3 de junio se reunió con el presidente
Barack Obama en la Casa Blanca para discutir el tema de la seguridad
en la frontera y la reciente aprobación de la ley estatal 1070 en
este estado.

La 1070 es la primera en Estados Unidos en
criminalizar la
presencia de inmigrantes indocumentados y se espera que entre en
vigor el próximo 29 de julio.

Brewer dijo que ninguna información
que le fue presentada le
demostró un verdadero compromiso por parte del gobierno federal para
frenar el flujo de drogas y de inmigrantes indocumentados.

Obama
solicitó un fondo de emergencia de 600 millones de dólares
al Congreso federal para incrementar la seguridad en la frontera,
con este dinero se financiará el envío de la Guardia Nacional, la
contratación de 1.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, 160
agentes de ICE y dos aviones no tripulados para vigilar la frontera
suroeste.

Brewer calificó estas cifras como "engañosas" ya que
considera
que el envío de efectivos de la Guardia Nacional será "mínimo".

La
mandataria republicana resaltó que el costo de 135 millones de
dólares que servirá para financiar la presencia de la Guardia
Nacional en la frontera es menos de la mitad del monto que de
acuerdo con datos oficiales se le otorga al gobierno de México.

Además
de los 524 soldados que serán enviados a la frontera de
Arizona, otros 224 llegaran a California, 72 a Nuevo México y 250 a
Texas.