LIVE STREAMING

Brasil se compromete con víctimas de las lluvias

El Gobierno brasileño reafirmó su compromiso con las víctimas de las inundaciones que dejaron 46 muertos y casi 200.000 desplazados.  

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

 

El Gobierno brasileño
se
comprometió este jueves a extender "sin límites" la ayuda a la zona del
nordeste del país devastada por las lluvias y las riadas del pasado
fin de semana, que dejaron 46 muertos y casi 200.000 desplazados.

El
presidente de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, asumió el
compromiso "político, humano y moral" de ayudar a las poblaciones de
esta región, una de las más pobres de Brasil,
en una rueda de prensa
celebrada en Recife, capital de Pernambuco, tras visitar las zonas
más afectadas.

El mandatario anunció que su gabinete ha
quintuplicado las
ayudas, hasta los 550 millones de reales (unos 309 millones de
dólares), un volumen cinco veces superior a lo inicialmente
prometido.

Según las autoridades, estos recursos ya han sido
distribuidos a
partes iguales entre los estados de Pernambuco y Alagoas.

"Lo que
vimos en la calle es muy diferente de lo que aparece en
la televisión o en el periódico", describió Lula, después de
sobrevolar los municipios más castigados, algunos de los cuales aún
están parcialmente inundados, sumergidos en una maraña de escombros
y lodo y sin suministro de luz y de agua potable.

El mandatario brasileño también pidió empeño a los
alcaldes y
gobernadores para levantar los municipios afectados y anunció que no
se va a permitir que se vuelva a construir en áreas expuestas a
inundaciones recurrentes.

"Fue irresponsable en el pasado dejar a
las personas vivir al
borde del río y será mucho más irresponsable dejarles volver",
manifestó.

Las lluvias que castigaron la región desde el jueves
de la semana
pasada produjeron una crecida histórica de varios ríos que
arrastraron a su paso decenas de puentes, viviendas, edificios
públicos y dejaron imágenes de destrucción desoladoras.

En
Pernambuco, nueve municipios continúan en estado de calamidad
pública y otros treinta, en situación de emergencia, lo que ha
llevado incluso a las autoridades del municipio de Branquinha a
barajar la posibilidad de cambiar el pueblo de lugar.

Los
organismos de Defensa Civil regionales redujeron hoy de forma
drástica su recuento de desaparecidos, de 607 a 135 personas, ante
el hallazgo de numerosos vecinos que residen en comunidades rurales
ubicadas en lugares de difícil acceso y de los que no se tenía
noticia hasta ahora.

Algunos de estos se salvaron de la crecida
de los ríos
encaramados a la copa de los árboles durante cerca de 18 horas,
según las autoridades.

El Ministerio de Justicia anunció hoy el
envío inmediato a
Alagoas de 37 bomberos entrenados para el socorro y rescate de
víctimas en aguas turbias.

Además, se destacaron a 40 policías de
la Fuerza Nacional de
Seguridad para colaborar en la patrulla de las áreas afectadas y
evitar los saqueos.

Los militares, que hasta hoy se habían
centrado en el rescate de
víctimas, se van a dedicar ahora a la reconstrucción de las ciudades
afectadas, según le comunicó hoy el mayor brigadier Helio Paes de
Barros, de la Fuerza Aérea, al jefe de Estado brasileño.

"En la primera fase, el
objetivo principal era el salvamento de
vidas, ahora el papel primordial del Ejército será trabajar con sus
recursos humanos en la logística, (...) para que a lo largo del
tiempo la población pueda volver a su vida normal", dijo Barros en
declaraciones recogidas por la Presidencia.

Las Fuerzas Armadas
han movilizado un contingente de 1.700
militares y mantienen otros 3.000 en la reserva preparados para
actuar si es necesario.

El Ejército y la Fuerza Aérea han llevado
a los afectados 60
toneladas de víveres, han instalado dos hospitales de campaña y han
levantado puentes desmontables, para sustituir de forma provisional
los 79 que fueron arrastrados por los ríos y permitir la llegada de
la ayuda.

Varios gobiernos de los estados más ricos del país se
han
solidarizado y también han enviado escuadrones de bomberos, diversa
ayuda y hospitales de campaña.