El Pentágono ha gastado por lo menos
500 millones de dólares en mejoras de la base naval estadounidense,
y su prisión para supuestos terroristas, en Bahía de Guantánamo,
informó hoy el diario The Washington Post.

"Ese gasto ha transformado lo que otrora fue una base olvidada en
el Caribe en una de las instalaciones militares y prisión más
seguras del mundo", añadió el artículo. "Y ese gasto no incluye los
bonos por construcción que, habitualmente, andan por los millones de
dólares".

En la entrada de la base naval -ubicada en un territorio cubano
que Estados Unidos arrienda- hay un "elegante cartel electrónico
sobre dos pilares de hormigón. En amarillo esmaltado sobre un fondo
azul metálico hay un mapa de Cuba 'la perla de las Antillas', y
encima se lee la hora y la temperatura".

"Bienvenidos a bordo", señala el letrero.

Según el Post ese cartel y otro más pequeño cerca del aeródromo
costaron 188.000 dólares. Una cancha de voleibol abandonada costó
249.000 dólares, una pista para carreras de karting, que no se ha
usado, costó 296.000 dólares, y 3,5 millones de dólares se gastaron
en 27 plazoletas de juegos que a menudo están vacías.

"El Pentágono también gastó 683.000 dólares para renovar un café
que vende helados y cafés Starbucks, y 773.000 dólares para
remodelar un edificio de bloques que alberga un restaurante KFC/Taco
Bell", añadió el artículo.

El gobierno de Estados Unidos comenzó a confinar, en enero de
1982, en la base de Guantánamo a cientos de hombres capturados en
diferentes partes del mundo como supuestos terroristas.

El diario aclaró que en su cifra redonda de 500 millones de
dólares tampoco están incluidos los costos anuales de operación de
la base y prisión, que suman 150 millones de dólares.

"Súmese a esto los rubros en el presupuesto secreto, tales como
el Campo 7 que alberga a los detenidos de 'alto valor' y al cual se
le ha puesto apropiadamente el nombre de Campo Platino, y la factura
por la base de 117 kilómetros cuadrados fácilmente se aproxima a los
2.000 millones de dólares", indicó el diario.

El presidente Barack Obama, que había prometido durante su
campaña electoral en 2008 que cerraría la prisión durante el primer
año de su administración, ha encontrado problemas para reubicar a
algunos prisioneros y para juzgar a otros, por lo cual permanecen en
Guantánamo al menos 200 detenidos.