La votación
a fines de este mes en Fremont, Nebraska, sobre la implementación de
una ordenanza municipal para
restringir la presencia de indocumentados ha causado serias
tensiones sociales, según la abogada Kristin Ostrom, codirectora de
un programa local de integración de inmigrantes.

"Estoy muy
sorprendida de la actitud que mucha gente a quien
conozco y amo tiene ahora hacia los inmigrantes. Incluso altos
funcionarios dicen cosas prejuiciosas y discriminatorias en contra
de otros miembros de mi comunidad", dijo Ostrom, quien junto
con la mexicana Gabby Ayala dirige Nebraska
is Home Fremont.

Cuando a finales de julio de 2008 el concejo
municipal de Fremont
comenzó a debatir una iniciativa sobre inmigración, Ostrom testificó
ante el consejo en contra de esa propuesta."Les dije que soy
nieta de suecos y que todos, excepto los
nativos, somos inmigrantes. Pero fue casi cómico, ya que no
quisieron escucharme", comentó.

Luego, el alcalde Donald "Skip"
Edwards votó en contra de la
medida, por lo que la ordenanza no se implementó. Pero la decisión
de Edwards movilizó a un grupo de ciudadanos a recopilar la cantidad
necesaria de firmas para que el tema se sometiese a votación
popular.

Tras una serie de procedimientos legales, el caso llegó a
la
Corte Suprema de Nebraska, que el
pasado 23 de abril convalidó el
fallo de una corte de distrito autorizando a Fremont a convocar a
elecciones especiales sobre la ordenanza de inmigración para el 21
de junio próximo.

"Durante más de 130 años, desde su fundación en
1856 hasta 1990,
Fremont fue una ciudad de blancos y de suecos, con menos del 1 por
ciento de otras razas. Pero a partir de 1990 comenzaron a llegar
numerosos inmigrantes hispanos, que hoy ya son el 8 por ciento de la
población (de 25.000 personas)", explicó Ostrom.

De aprobarse, la
medida prohibirá dar alojamiento o contratar a
inmigrantes indocumentados dentro de los límites de Fremont y
requerirá que se verifique la documentación y la situación
migratoria de quienes buscan alquilar casas en esta ciudad. Para
cubrir esos nuevos gastos, habrá un aumento en los impuestos.

Además,
se establecerán clases especiales en las escuelas locales
sobre inmigración y se implementarían cursos para empresarios para
capacitarlos en el cumplimiento de las leyes federales de
inmigración.

Ante la intransigencia de los funcionarios locales,
Ostrom
decidió establecer contactos con la comunidad hispana. Su primer
contacto fue con Ayala, que antes trabajaba en un comité municipal.

"Descubrimos
que teníamos las mismas preocupaciones y deseos con
respecto al futuro de nuestros hijos. También descubrimos que en
momentos de tanta controversia teníamos que ayudar a que la gente se
conozca, que se escuchen unos a otros, que se reúnan", dijo Ostrom.

Por
eso, el 6 de julio de 2009 Ostrom y Ayala, con ayuda de una
organización no lucrativa, lanzaron Nebraska
is Home Fremont, con el
propósito de "trabajar juntos a favor de una comunidad unidad,
receptiva y respetuosa de todas las personas".

Gestiones para
reunirse con funcionarios locales llevaron a un
solo encuentro con el alcalde Edwards, en el que ni él ni ninguno de
los cinco funcionarios que lo acompañaron dijeron una sola palabra.

"Ese
es un ejemplo de lo que está sucediendo en Fremont. Los
funcionarios no quieren ser vistos junto a hispanos. Los empresarios
tienen miedo de hablar a favor de los inmigrantes. La discriminación
se ha acentuado y ahora se trata a todos los hispanos como
ilegales", sostuvo Ostrom.

"Nosotros movilizaremos a nuestros
voluntarios hasta el día de la
votación. No sabemos qué va a suceder, pero confiamos que la
ordenanza no se aprobará", concluyó.