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Reaviva preocupación por crimen en P.Rico

La muerte de cuatro personas en un tiroteo reavivó la preocupación por la criminalidad en la isla.

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La muerte de cuatro personas el viernes
en un
tiroteo reavivó la preocupación por la criminalidad en Puerto Rico,
que los ciudadanos de la isla caribeña consideran el primer problema
del país, según las últimas encuestas publicadas.

Cuatro hombres
murieron y dos resultaron heridos graves esta
madrugada en la localidad de Guaynabo, cercana a San Juan, incidente
que sigue a una nueva ola de asesinatos que han indignado al país,
como el del pastor protestante Ramón Martínez, hallado muerto el
pasado martes dentro de su vehículo a consecuencia de un disparo.

La
muerte del transexual Angie González Oquendo, cuyo asesinato
supone el sexto en lo que va de año cometido contra personas gays y
transexuales, hecha pública también esta semana, atrajo la atención
mediática sobre la violencia en Puerto Rico, que se ha cobrado en lo
que va de año la vida de 365 personas, 18 más que en el año
anterior.

El jefe de la Policía de Puerto Rico, José Figueroa
Sancha,
informó de que el incidente de hoy ocurrió en la carretera PR 833
del barrio Guaragao de Guaynabo, cercano a la gallera "La
Campesina", donde se origino una discusión que desencadenó el
posterior intercambio de disparos.

Figueroa Sancha aclaró que
todos los fallecidos eran jóvenes con
edades comprendidas entre los 18 a 21 años y que en la gallera se
celebraba una fiesta con bailarinas exóticas, aunque no dio datos
sobre el motivo de la discusión que provocó el tiroteo.

La
noticia de la matanza de hoy se conoció cuando el país se
recuperaba todavía de la muerte de Ramón Martínez, un pastor
protestante de 56 años asesinado el pasado martes en Arecibo -costa
norte- sin razón conocida.

"Era una persona inteligente, pero
también muy confiada. Tal vez
quiso ayudar a alguien", señaló la hija del religioso, tras pedir
justicia por el asesinato de su padre.

La indignación por la
pérdida del religioso se suma a la generada
entre la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero (LGBT) de
Puerto Rico por el brutal asesinato del transexual Angie González
Oquendo.

El activista de la "Asociación Puerto Rico para Todos"
Pedro
Julio Serrano llegó a catalogar de "epidemia" los asesinatos que
durante los últimos meses han tenido como víctimas en la isla a
miembros de la comunidad LGBT.

González Oquendo fue encontrado en
su domicilio atado, desnudo,
estrangulado con un cable eléctrico y con múltiples heridas
punzantes por todo el cuerpo.

El caso de González Oquendo sigue
al de Ashley Santiago Ocasio,
estilista transexual de 31 años que fue encontrado el pasado 19 de
abril desangrado y con un tiro en la cabeza, crimen todavía sin
esclarecer.

Jorge Steven, joven homosexual de 19 años, fue
decapitado,
descuartizado y quemado en noviembre de 2009, crimen del que se
declaró culpable Juan Martínez, sentenciado a 99 años de cárcel.

Los
últimos asesinatos registrados en Puerto Rico incluyen el del
piloto de la Policía de San Juan Jesús Fernando Quiñones Santiago,
que murió el pasado 5 de mayo a causa de un balazo mientras
sobrevolaba San Juan en su helicóptero.

La opinión pública
puertorriqueña se cuestionó entonces a qué
nivel había llegado la ola de criminalidad en el país para que se
disparase, con un rifle de asalto AK-47, a una personas indefensa en
un helicóptero.

El gobernador de Puerto Rico, el anexionista Luis
Fortuño,
prometió una lucha sin cuartel contra la criminalidad que azota el
país durante el segundo mensaje del año sobre la situación del
Estado pronunciado el pasado febrero.

Fortuño anunció la creación
de cuatro nuevas academias de Policía
para la preparación de mil nuevos agentes y la firma de una orden
ejecutiva que permitió a la Guardia Nacional participar en labores
de control junto a las fuerzas de seguridad, medida que hasta ahora
no ha dado el resultado esperado.