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Trabajadores de los cítricos en CA aguantan abusos

Sindicato dice que sufren continuamente violaciones a sus derechos y a las leyes laborales.

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Los trabajadores de los campos de cultivo de cítricos del sur y centro de California sufren condiciones deplorables pero soportan la violación de sus derechos por temor a perder el empleo, según denunció el martes un sindicato.

La falta de agua para beber mientras trabajan bajo altas temperaturas, no disponer de baños cercanos para sus atender sus necesidades o no recibir los descansos ordenados por la ley durante la jornada laboral son algunas de las violaciones denunciadas por Representantes de la Unión de Campesinos (UFW, en inglés).

"Los trabajadores de los campos de cultivos de cítricos sufren continuamente violaciones a sus derechos y a las leyes laborales del estado", afirmó Armando Elenes, vicepresidente nacional de UFW.

Con más de nueve años trabajando para un contratista en los campos de cultivos de cítricos de California, Narciso Peralta conoce muy bien los padecimientos que sufren estos trabajadores.

"Ellos no nos dan agua; tenemos que llevar nuestra propia agua", aseguró Peralta refiriéndose a sus patronos.

"Tampoco nos dan el equipo necesario para trabajar ni nos pagan el salario mínimo. Cuando alguno se lastima en el trabajo, el jefe de la cuadrilla nos insulta a todos", afirmó al contar a Efe su experiencia.

Para Diana Tellefson, directora ejecutiva de la de la UFW Foundation, la situación de inmigración de muchos de estos trabajadores, "que son indocumentados, es una de las razones para que existan y continúen los abusos".

Por no tener documentos, explicó Tellefson, los campesinos sufren violaciones a sus derechos y temen denunciar o buscar ayuda legal.

"Es muy importante que se conozcan sus historias y el abuso que sufren estos trabajadores del campo, porque es una cuestión de moral", agregó.

Daniel Sánchez, un campesino de Delanos, en el valle de San Joaquín, señaló que "el trabajo del campo es el peor remunerado y uno de los más discriminados".

Sánchez agregó que muchos de esos trabajadores no tienen contratos sindicales y por ello "no cuentan con seguridad en el trabajo, ni vacaciones, ni seguro médico, ni jubilación ¡ni nada!".

Además, según la UFW, muchos de los trabajadores son obligados a comprar sus propios herramientas de trabajo como tijeras para podar, guantes y sacos para cargar la fruta recogida, lo que va en contra de la legislación estatal.

Para Teresa Amezcua, hija de un bracero de Michoacán (México), que ha tenido que trabajar desde muy joven en los cultivos, no hay duda de que "los campesinos trabajamos muy duro y en condiciones muy difíciles".

Amezcua fue una de las representantes de los campesinos que viajó recientemente a Washington para pedir una reforma de inmigración.

"Muchos de mis compañeros han sufrido abusos en el trabajo, con condiciones muy difíciles y sin que se respeten sus derechos", explicó.

La ley laboral de California obliga a ofrecer a los trabajadores 10 minutos de descanso por cada cuatro horas trabajadas, así como disponer de un sitio con sombra junto a los campos de cultivo, suministro de agua potable y de servicios sanitarios.

"Muchas veces los sitios para protegernos del sol son más calurosos que el mismo campo", señaló en Joaquín González, al recordar que muchas veces el "lugar de sombra" es un plástico tendido en forma de carpa que no permite el paso del aire.

Según un estudio del Centro de Control y Prevención de Desastres, entre 1992 y 2006 el calor causó la muerte a los trabajadores del campo en una proporción 20 veces mayor que al resto de los trabajadores.

La necesidad del trabajo y el temor a no volver a ser contratados hacen que muchos de estos trabajadores sufran los abusos sin quejarse.

"Yo no me he quejado porque tengo una familia que mantener y me da miedo perder mi trabajo", explicó Marcelino Tepec, quien trabaja en un cultivo de naranjas en el Valle Central.