El fiscal general de Nueva York, el demócrata Andrew Cuomo, supera por más de diez puntos a sus posibles rivales por el puesto de gobernador del estado y, tan sólo dos días después de que presentara su candidatura, ya ha recibido importantes apoyos entre las filas republicanas.

Los resultados de una encuesta difundidos el lunes por el Instituto Siena sobre las elecciones que se celebrarán en noviembre revelan que Cuomo cuenta con una apreciable ventaja sobre sus potenciales candidatos, en su mayoría casi desconocidos para los neoyorquinos.

El único conocido sería el actor Alec Baldwin que, según publica el lunes el Daily News, podría presentarse al frente del Partido de las Familias Trabajadoras, una agrupación que busca una "súper estrella de izquierdas" para encabezar su candidatura si Cuomo no acepta el respaldo que este partido le brinda.

En 2006, Baldwin dijo a The New York Times que si alguna vez se presentaba "a alguna candidatura, lo que me gustaría es ser gobernador de Nueva York", aunque un portavoz del actor aseguró hoy que éste no tiene intención de postularse.

Con una competencia que de momento parece débil, el mediático Cuomo cuenta incluso con apoyos entre las filas republicanas, como el ex senador Michael Balboni, la recaudadora de fondos Julia Koch o Michael McKeon, ex asesor del que fuera gobernador del estado George Pataki, según detalló este lunes su equipo en un comunicado.

"Los neoyorquinos deben dejar de lado las diferencias partidistas y unirse para sanear Nueva York y hacer que funcione de nuevo", dijo Cuomo en el comunicado, en el que añadió que el apoyo de esas personalidades republicanas es "decisivo para la creación de una coalición de gobierno que realmente haga algo".

Entre los posibles contrincantes republicanos, el congresista Rick Lazio -que cuenta con el apoyo del popular ex alcalde Rudolph Giuliani- parte entre los favoritos, con 10 y 16 puntos de ventaja en la encuesta de Siena sobre el empresario Carl Paladino y el político Steve Levy.

Después de anunciar el sábado su candidatura, largamente anticipada por analistas y medios, Cuomo decidió que su primera aparición pública fuera en el desfile del domingo en la Quinta Avenida de Manhattan para celebrar el aniversario de la independencia de Israel.

En el desfile, el mayor que se celebra en el mundo con este motivo gracias en gran parte a la importante comunidad judía de Nueva York, y acompañado de su hija Cara, Cuomo aludió a la labor de su padre, Mario Cuomo, cuando fue gobernador de Nueva York entre 1983 y 1994.

En los últimos meses, el fiscal ha impulsado investigaciones contra los directivos de Wall Street, lo que ha despertado alabanzas, pero también críticas por parte de quienes querían ver en ellas una mera maniobra populista para ganarse apoyos.

También generó opiniones enfrentadas su investigación de los supuestos escándalos publicados por The New York Times sobre el actual gobernador del estado, David Paterson, la persona a la que ahora pretende sustituir.

Finalmente, Cuomo decidió delegar la investigación en un fiscal independiente, aunque para entonces Paterson -que llegó a ese puesto después de que antecesor, Eliot Spitzer, dimitiera por contratar prostitutas de lujo- ya había anunciado que no trataría de ser reelegido.

En sus primeras declaraciones como candidato, Cuomo aseguró que trabajará con "honestidad" y en pro de "un gobierno efectivo" para que Nueva York "vuelva a ser un modelo nacional".

El fiscal acusa a demócratas y republicanos de haber puesto en práctica políticas bipartidistas que han llevado al estado "al borde del abismo" y propone un gobierno en el que se ahorren gastos, se reorganicen las agencias estatales y se invierta en los ciudadanos.

Nacido en Nueva York en 1957, Cuomo está divorciado de Kerry Kennedy (hija de Robert F. Kennedy y Ethel Skakel Kennedy), con quien tiene tres hijas, las gemelas Cara y Mariah, de 15 años, y Michaela, de 12 años, y es pareja sentimental de la empresaria y presentadora de televisión por cable Sandra Lee.