Los candidatos a la
Presidencia de Colombia, Antanas
Mockus (Partido Verde), Juan Manuel Santos (Partido de la U), Gustavo Petro (Polo Democrático), Noemí Sanín (Partido Conservador), Germán Vargas Lleras (Partido Cambio Radical) y Rafael Pardo (Partido Liberal)
cerraron el domingo sus campañas tras la contienda electoral más disputada,
pero también la más ejemplar de las últimas décadas.

A
una semana de las elecciones del 30 de mayo se celebraron los
últimos mítines, tal y como lo determina la legislación electoral,
para dar paso a una semana en la que podrán participar en debates de
televisión pero no realizar actos públicos.

Fue una jornada
dominada por las fuertes lluvias, especialmente
en Bogotá, motivo por el que Mockus inició con más de dos horas de
retraso su acto político en la céntrica Plaza de Bolívar.

A pesar
de ello, miles de simpatizantes llegaron a pie o en
bicicleta con paraguas y camisetas verdes, el color que ha
simbolizado su campaña, así como con girasoles y banderas.

Desde
el estrado, el candidato del Partido Verde, convertido en
la revelación de esta campaña con una propuesta basada en la
legalidad y la educación, pidió unión y confianza entre los
ciudadanos para cambiar el rumbo y convertir a Colombia en un país
"poderoso".

"Algún día tres colombianos
cualesquiera confiarán entre sí, como
estamos confiando ya todos los que aquí estamos. Que esa confianza
reine y le permita a Colombia ser un
país tremendamente poderoso",
dijo a la multitud.

La confianza genera comunicación,
transparencia y sinceridad, y
hace que la "violencia se vuelva obsoleta", agregó el aspirante,
quien aspira a que, en un país sumido en un conflicto armado interno
desde hace medio siglo, dentro de 20 años nadie mate a un
compatriota "por 20.000 pesos" (unos 10 dólares).

Santos, por su
lado, cerró en la caribeña Cartagena de Indias con
un gran concierto en el que participaron cantantes de vallenato y
donde apostó por un cambio social que permita generar empleo y
oportunidades de educación para los colombianos.

"Aquí
presté mi servicio militar, aprendí a bailar (...) tengo
grandes recuerdos de Cartagena", dijo Santos, al asegurar que la
región Caribe será la que le dará "la diferencia en el triunfo del
30 de mayo".

Según las últimas encuestas, Santos y Mockus están
empatados en
las intenciones de voto y ambos se disputarían la presidencia deColombia en una segunda vuelta
prevista el 20 de junio.

Santos prometió que, de ganar las
elecciones, su Gobierno creará
2,5 millones de empleos y se formalizarán otros 500.000 que hoy son
informales.

Asimismo, indicó que se fortalecerán los aportes a la
educación,
infancia y se financiarán programas de competitividad y desarrollo
tecnológico, rodeado de unos 10.000 seguidores que llenaron
Cartagena de los colores oficialistas: rojo, amarillo y verde.

También
la conservadora Sanín concluyó la campaña, en su
caso en Soacha, localidad vecina de Bogotá y hogar de miles de
desplazados del conflicto y emblemático escenario del escándalo de
los "falsos positivos", las ejecuciones extrajudiciales practicadas
por el Ejército.

Sin ninguna posibilidad de llegar a la segunda
vuelta, Sanin
dijo, bajo una torrencial lluvia, que peleará "por ser la primera
mujer presidenta" de Colombia y que
su Gobierno, de ganar las
elecciones, velará por los derechos humanos.

Esta campaña ha
estado marcada por la incertidumbre, ya que hace
sólo tres meses nadie apostaba porque Mockus y Santos fueran a ser
los finalistas de la contienda, dado que todos los ojos apuntaban a
la reelección del presidente, Álvaro Uribe.

Una vez que la Corte
Constitucional impidió que Uribe fuera
candidato por tercera vez consecutiva, Santos se consolidó como
líder hasta que irrumpió inesperadamente Mockus, apoyado por las
redes sociales de Internet y por su decisión de pedir al ex alcalde
de Medellín Sergio Fajardo que fuera su candidato a la
vicepresidencia.

"Esta campaña además de apasionante tiene
elementos que la han
hecho ejemplar", aseguró este domingo la revista Semana en un
artículo en el que analizó el proceso electoral, y en el que afirma
que "nadie se atreve a hacer apuestas serias sobre quién va a ser el
próximo presidente de Colombia".

Y
es que ha sido una campaña dominada por una diversidad de
candidatos de todos los colores políticos, que han expuesto ideas y
programas sin violencia electoral.

Por todo esto, Semana asegura
que Colombia se encuentra ante "una
verdadera fiesta democrática".