Las
Fiscalías federal y del estado de
Querétaro, que buscan desde el pasado fin de semana al ex aspirante
a la presidencia de México por el Partido de Acción Nacional (PAN)
Diego Fernández de Cevallos, extendieron a todo el país los intentos
por localizarlo, confirmaron este lunes fuentes oficiales.

Fuentes de la
Procuraduría General de Justicia de Querétaro
dijeron que hay "una coordinación" con el resto de estados del
país y con instituciones federales como la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) para tratar de dar con el paradero del prominente
político conservador, quien lleva casi tres días desaparecido.

Por
el momento hay pocas pistas sobre dónde puede estar pero ya
se pidió "la colaboración de todas las Procuradurías Generales de
Justicia del país y, a través de éstas, de las dependencias de
Seguridad Pública en los estados y municipios, así como de salud
(hospitales)" para encontrarlo, informó la Fiscalía de Querétaro.

El
político desapareció y podría haber sido secuestrado el pasado
viernes en las inmediaciones del rancho "La Cabaña", una propiedad
suya enclavada en las inmediaciones de la comunidad de San Clemente,
municipio de Pedro Escobedo, en Querétaro, centro del país.

Su
desaparición ocurrió en algún momento entre las 23.00 horas
del pasado viernes y las 7.00 horas del sábado 15 de mayo, según la
Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) y la de
Querétaro.

En la zona fue encontrado el vehículo del político, un
hombre
cercano al secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y en él
han trabajado en las últimas horas expertos en "criminalística de
campo, fotografía forense, dactiloscopia, química, ingeniería civil,
vídeo grabación y genética", según el último reporte de la fiscalía
estatal.

También han declarado varias personas cuyas identidades
no han
trascendido pero que estuvieron el pasado 14 de mayo con Fernández
de Cevallos.

Esta mañana el portavoz de la PGR, Ricardo Nájera,
sostuvo que
estaba prácticamente descartado que un comando armado hubiera
participado en la desaparición del ex candidato presidencial y ex
jefe del Senado mexicano.

"No ha habido nada que pueda precisar
que haya intervenido un
grupo armado, que haya intervenido nadie (en concreto). Por el
momento no más se sabe de su desaparición, que la camioneta apareció
en otro lugar", explicó el funcionario.

Lo que sí confirmó es que
los restos de sangre encontrados en el
lugar donde apareció el vehículo de Fernández de Cevallos son del
mismo grupo sanguíneo que el del político, aunque tampoco hay
elementos suficientes para afirmar que sea sangre suya.

También
señaló que en el lugar donde desapareció "no hay ningún
balazo" ni restos de que hubiera disparos.

Sobre el caso, en
declaraciones a una emisora local, el experto
en seguridad del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM),
Edgardo Buscaglia, indicó que lo que queda de manifiesto en el caso
es que México es "un Estado débil", donde la elite
político-empresarial es vulnerable ante los criminales.

"Sea cual
sea la causa de esta desaparición y presunto secuestro,
la realidad es que esta situación catastrófica que viene viviendo
México desde hace años ya le está llegando a la elite
político-empresarial del más alto nivel", agregó Buscaglia.

El
experto demandó que la Administración que encabeza el
presidente Felipe Calderón haga un esfuerzo más integral en contra
de la delincuencia organizada, no sólo con el Ejército en las calles
sino tratando de aplicar a fondo los principios y preceptos de la
Convención de Palermo contra el crimen organizado transnacional.

"Se
puede evitar (un mayor deterioro de la situación hacia la
ingobernabilidad) si el Gobierno lucha contra su propia corrupción
interna a sus mismos partidos, en todos los partidos", agregó.

Su
posición crítica, que Buscaglia lleva meses manteniendo, la
justificó aduciendo que lo que le gustaría es evitar que México se
deslice "hacia una situación de 'Estado fallido'" como la que existe
en otros países como Afganistán, donde controlan algunas regiones
organizaciones criminales muy poderosas.

La desaparición del ex
candidato presidencial del Partido Acción
Nacional (PAN), uno de los políticos más influyentes del país, tiene
conmocionada a la sociedad mexicana.

La situación ha generado una
ola de repudio generalizado entre la
clase política mexicana, que prácticamente en su totalidad ha
condenado los hechos, y en destacados grupos empresariales.