Cientos de ecologistas argentinos
ratificaron el domingo la continuidad del bloqueo que mantienen hace más de
tres años en uno de los pasos fronterizos con Uruguay e instaron a
"fortalecer la lucha" contra una papelera instalada en el país
vecino.

Miembros de la Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de
Gualeguaychú y pobladores de la zona debatieron durante varias horas
sobre las protestas en rechazo a la planta de la finlandesa UPM (ex
Botnia), ubicada en la vecina Fray Bentos, sobre el río Uruguay, que
administran ambos países.

Se trató de la primera "asamblea ampliada" del colectivo tras el
fallo de abril pasado de la Corte Internacional de Justicia de La
Haya, que determinó que el Gobierno uruguayo violó el Tratado del
río Uruguay al aprobar de manera unilateral la construcción de la
fábrica, causante del peor conflicto en décadas entre ambos
Gobiernos, pero destacó que la planta puede seguir operando.

La reunión, a la que concurrieron más de mil personas, arrancó
con la explicación del equipo técnico de la asamblea sobre "la
contaminación y el perjuicio" que genera la fábrica, según
argumentaron.

"El fallo (de La Haya) no resolvió el conflicto. Es injusto. Todo
lo que padecimos en cuanto a malos olores (por la papelera) no ha
sido abordado por el fallo", sostuvo el asambleísta Fabián Moreno
durante la reunión realizada en un colmado club de Gualeguaychú
(unos 300 kilómetros de Buenos Aires).

Tras la exposición, más de una decena de oradores expusieron sus
propuestas, que en la mayoría de los casos exhortaron a "reforzar la
lucha" y mantener el corte, rechazado por el Gobierno uruguayo.

Los asambleístas finalmente aprobaron "reafirmar todas las
acciones contra Botnia -incluido el bloqueo- e incrementarlas" y
desestimaron una iniciativa para flexibilizar el corte con
levantamientos parciales.

"No a las papeleras", cantaron enfáticos en más de una
oportunidad los asistentes, mientras exhibían carteles que
reclamaban la retirada de la planta de la uruguaya Fray Bentos.

"No debemos levantar el corte. La Haya no le ha dicho 'no al
corte'. Y debemos recurrir a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos porque están vulnerando nuestros derechos", sentenció la
asambleísta Liliana Mujica en el encuentro, al que también
asistieron algunos activistas uruguayos.

Una de ellas fue Delia Villalba, de Fray Bentos, quien dijo
sentirse "muy dolida" por la actuación del Gobierno uruguayo en este
caso, pidió a los asambleístas que mantengan "la lucha" y se mostró
a favor del bloqueo "que le hace mucho (daño) a Botnia".

El colectivo aprobó realizar "acciones sorpresa", rechazó la
posibilidad de que quienes llevan adelante el bloqueo cobren un
sueldo por ello y le dio el visto bueno a la realización de una
caravana el próximo 30 de mayo.

La Asamblea Ambiental de Gualeguaychú mantiene desde el 20 de
noviembre de 2006 el bloqueo en la carretera que conduce al puente
General San Martín, que une a la ciudad argentina con Fray Bentos.

La protesta de la asamblea también se ha expresado de la mano de
masivas marchas al puente fronterizo, cortes en los otros dos pasos
que unen con Uruguay y movilizaciones en Buenos Aires.

Una de las últimas protestas fue impedida por la policía el
pasado 4 de mayo, cuando los activistas pretendían manifestarse
frente al hotel de las afueras de Buenos Aires en el que se celebró
ese día la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

Tras el fallo de La Haya, el Gobierno argentino pidió "reflexión"
al colectivo ecologista y reiteró que esa forma de protesta "no es
la mejor manera" de mantener el reclamo, pero la asamblea no hizo
caso a la solicitud.

En una reunión concretada días después de conocerse el fallo, la
presidenta argentina, Cristina Fernández, y su par uruguayo, José
Mujica, se comprometieron en Buenos Aires a marcar reglas para el
control de la planta e instruir a la Comisión Administradora del Río
Uruguay (CARU) para vigilar el impacto ambiental de la papelera.

Sin embargo, el Gobierno uruguayo anunció la semana pasada que no
aceptará la propuesta que había presentado Argentina el pasado 11 de
mayo para mantener un control continuo de la planta.

"Menos mal que los movimientos ecologistas existen y han llamado
la atención sobre problemas que son muy importantes. El problema que
tienen es que suelen evolucionar hacia un fundamentalismo en el que,
en el fondo, ni ellos mismos creen", afirmó el mandatario uruguayo
en una entrevista publicada hoy