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Hispanos defienden derecho a descubrir su homosexualidad

Ex militares hispanos pidieron en el Congreso la revocación de la ley "Don't Ask Don't Tell.

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Ex militares hispanos pidieron este martes en el Congreso la revocación de la ley "Don't Ask Don't Tell", junto con 300 compañeros heterosexuales y homosexuales, que expusieron sus experiencias ante varios senadores para demostrar que la orientación sexual no está reñida con el patriotismo.

"La orientación sexual no tiene nada que ver con la habilidad de defender a nuestro país y nuestros valores", aseguró Pepe Johnson de ascendencia cubana y española, que sirvió tres años en el Ejército como artillero hasta que confesó su homosexualidad.

"En 2001 fue nombrado soldado del año y en 2003 me despidieron del ejército por ser gay", lamentó Johnson para quien "uno no puede ser honesto y vivir con integridad si tiene que ocultar lo que es".

El pasado febrero el Pentágono anunció que estudia acabar con la polémica ley de 1993 conocida como "Don't ask, don't tell" ("No preguntes, no lo digas"), que supone que los homosexuales pueden prestar servicio militar siempre y cuando no divulguen su orientación sexual.

El secretario de Defensa, Robert Gates, apoyó la iniciativa del Gobierno de trabajar con el Congreso para su revocación este año, pero los activistas consideran que el proceso está siendo demasiado lento, ya que el Pentágono ha dicho que tiene primero que concluir un análisis sobre su anulación.

Según los activistas, esta ley ha fomentado una cultura de delación y venganza, como fue el caso de Walker Burttschell, estadounidense de origen mexicano, que fue amenazado por un compañero que descubrió un correo electrónico a su entonces pareja.

Burttschell, que fue policía militar entre 2001 y 2003 en el cuerpo de Infantería de Marina, ante las amenazas de su compañero acudió al médico de su unidad, a quien confesó su homosexualidad "pensando que había una confidencialidad y fue el doctor el que me delató".

El ex militar lo recuerda como algo "horrible" porque toda su familia había servido antes en las Fuerzas Armadas en EE.UU. y era lo que siempre había querido hacer.

Burttschell defendió que su orientación sexual no afecta a su trabajo, "soy capaz de servir a mi nación, ésta es mi nación, nací aquí y tengo derecho a servir a mi país".

Los activistas cuentan también con el apoyo de un grupo de senadores como el independiente Joseph Lieberman, que recibió en la escalinata del Capitolio a los veteranos para agradecerles su servicio al país.

"El mejor argumento para revocar la ley 'Don't ask Don't tell' sois vosotros, cada uno de vosotros que ha servicio al país con honor y coraje y muchos de vosotros estaríais dispuestos a hacerlo otra vez", dijo Lieberman.

El senador que instó a los militares a superar los obstáculos para acabar con esta ley, se mostró optimista y entre aplausos y vítores de los asistentes aseguró que "revocaremos la ley este año".

Tras el encuentro con Lieberman los 300 participantes, procedentes de 45 estados más Puerto Rico y representantes de todos los cuerpos de las Fuerzas Armadas estadounidenses acudieron a las oficinas de sus senadores para contarles sus experiencias.

Como Yaletza Morales de Miami (Florida) que entró en la Armada en 1989 cuando el "Don't ask Don't Tell" todavía no era ley.

"Yo ya había salido del armario, ya sabía quién era, entonces todavía no era ley pero ya estaba en proceso y si descubrían que eras gay te echaban del Ejército con deshonor", dijo.

Morales acudió a su superior para confesar su orientación sexual porque no quería que la destituyeran con deshonor, tenía un hijo y no quería abandonar el Ejército pero tuvo que dejar una carrera militar que le hubiera gustado continuar porque "no quería mantener una doble vida", afirmó.

En cuanto a su hijo "él sabe quien soy y está orgulloso de saber que estoy aquí hablando con las personas más importantes del país para cambiar esta ley".

En total los veteranos mantuvieron 272 reuniones, 84 con congresistas de ambos partidos, como los senadores republicanos George LeMieux e Ileana Ros-Lethinen, el senador demócrata Bill Nelson y la representante demócrata por Florida Debbie Wasserman.

"Por primera vez en la historia quieren hablar con nosotros, quieren entender nuestra historia y estamos aquí por eso", concluyó Morales