Soldados del Ejército
mexicano liberaron este martes en un rancho de Nuevo León, norte del país, a
dieciséis personas que estaban encadenadas y que al parecer habían
sido secuestradas por sicarios de "Los Zetas", informaron fuentes
castrenses.

Un portavoz de la VII Zona militar de la Secretaría
de la Defensa
Nacional (Sedena) explicó a la prensa que esta mañana hubo un
enfrentamiento en el que murieron dos presuntos sicarios en una
finca, ubicada en el municipio de Sabinas Hidalgo, donde estaban las
personas secuestradas.

El hallazgo se produjo poco antes de las
9.00 hora local (14.00
GMT) en un rancho localizado a unos cien kilómetros al norte de
Monterrey, la capital de Nuevo León, en una zona serrana del
municipio de Sabinas.

La fuente explicó que entre el grupo de
secuestrados había una
mujer y un menor, de entre dos y tres años. Los demás son
varones cuya identidad se desconoce.

Al parecer, varios sicarios
lograron escapar de la zona después
de verse sorprendidos por los militares, que usaron en la operación
helicópteros y vehículos por tierra.

El grupo va a ser trasladado
en helicóptero a dependencias
militares donde está previsto que sean interrogados por personal
castrense para conocer cómo fueron secuestrados.

En el rancho los
militares también localizaron alrededor de 30
armas entre largas y cortas, así como unas dos toneladas de
marihuana empaquetada, según datos preliminares.

La droga se
encontraba en un camión con decenas de paquetes
envueltos con plástico y cinta blanca.

El suceso se produce un
día después de que militares mexicanos se
enfrentaran con pistoleros en un rancho conocido como "El Puerto",
ubicado en una zona entre el municipio de General Bravo y Doctor
Coss, también en Nuevo León, y mataran a tres sicarios.

Tras esta
acción, a la medianoche, trascendió que en el lugar
fueron encontrados y liberados también siete personas, agricultores
de esta zona del norte de México que habían sido víctimas de
extorsión.

A los delincuentes, cinco de los cuales fueron
capturados con
vida, les fueron incautados más de 10.000 cartuchos así como 40
armas largas y doce camionetas.

Estas acciones suceden en un
momento en el que la ola de
violencia que existe en México se ha recrudecido, y son más
frecuentes acciones de los sicarios contra las fuerzas del orden,
sean militares y policías.

Nuevo León y Tamaulipas son dos
estados con fuerte actividad de
los carteles del narcotráfico, dado que hacen frontera con Estados
Unidos, lo que aprovechan los narcotraficantes para establecer rutas
de contrabando.

El Gobierno ha desplegado un total de 65.000
militares y policías
federales por todo el país para que se encarguen de frenar la
violencia de los carteles.

A pesar de que ha habido abundantes
detenciones, las muertes
continúan y hasta mediados de abril ascendía a 22.743 casos desde
que en diciembre de 2006 el presidente Felipe Calderón lanzó su
estrategia de lucha frontal contra el crimen organizado.