El titular de la Secretaría
General
Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias, cree que América Latina
está entrando en un ciclo económico positivo frente a la crisis
económica, que la coloca ante una histórica "gran oportunidad" para
reforzar su posición política.

En una conferencia en el instituto
Diálogo Interamericano de
Washington, Iglesias consideró que hay dos ciclos económicos en
marcha que parten en dos el continente americano.

Uno más
negativo se produce desde Panamá hacia el norte y viene
dado por el ritmo de la economía estadounidense, y otro más positivo
hacia el sur, en América Latina, que sigue los pasos más fuertes de
la economía de China.

Ese optimismo económico que se vive en
América Latina es, en su
opinión, el resultado de la política de Gobiernos que han aprendido
de los errores del pasado, y han impulsado a sus economías a la
avanzadilla de la recuperación.

"No sólo la crisis llegó de forma
imprevista a América Latina,
sino también la recuperación", señaló Iglesias.

La explicación
está en "cinco joyas" que atenuaron el impacto de
la crisis: una buena política macroeconómica, una economía abierta,
un crecimiento económico para garantizar la distribución de la
riqueza, acciones contra la pobreza y el papel activo de Gobiernos.

El
secretario iberoamericano hizo hincapié en las virtudes de una
banca sólida, gracias a una autonomía de los bancos centrales y a
los pocos valores tóxicos en el sistema financiero.

Aunque matizó
y no quiso caer en "triunfalismos", Iglesias ve
unas décadas de cambio positivo para la región como consecuencia de
las crisis que transformarán y darán relevancia, a nivel político y
económico, a América Latina.

Ese paradigma futuro estará marcado
por una economía basada en el
conocimiento, una clase media más amplia y unas relaciones
internacionales más enfocadas hacia Asia, sobre todo hacia China.

Pero
hasta llegar a ese momento, se tendrán que ganar ciertas
"batallas", según Iglesias, como la mejora de la productividad, la
inversión en más capital humano y una integración regional más
pragmática y "no sujeta a la historia de la Unión Europea".

El
dirigente, que dirigió el Banco Interamericano de Desarrollo
durante dos décadas, comparó también la dimensión psicológica de la
crisis económica mundial que se siente de manera diferente en cada
punto del planeta y que explica también cómo cada país saldrá de la
crisis.

Según Iglesias, mientras que Europa sucumbe ante el
pesimismo y
es poco receptiva a las buenas noticias, el "espíritu más fuerte" y
la "confianza" de América Latina y Estados Unidos marcarán el camino
hacia su recuperación económica.