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Zapatero, a la montaña

El presidente vuelve a Washington para neutralizar junto a Obama y Medvedev las frustraciones del semestre español de la UE.

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El presidente vuelve a Washington para neutralizar junto a Obama y Medvedev las frustraciones del semestre español de la UE.

Zapatero tomará la palabra entre los “oradores principales” pese a que España no es potencia nuclear

Si la montaña no viene a Mahoma, será Mahoma quien vaya a la
montaña. Apenas un par de meses después de rezar junto a Barack Obama
en el national prayer breakfast, Jose Luis Rodríguez Zapatero vuelve a
aterrizar hoy en Washington, para participar en la cumbre de seguridad
nuclear, con la invitación personal que le remitió de nuevo Obama en el
bolsillo.

En la Moncloa resaltan esta circunstancia: el presidente de la
primera potencia del mundo, Estados Unidos, quería que Zapatero no
faltara a la cita pese a que España no sea una potencia nuclear ni
mucho menos armamentística. Zapatero incluso se ha retratado alguna vez
como el miembro más antinuclear de su gabinete. Y en la Moncloa, donde
desde luego la obamamania no ha perdido adeptos, vuelven a sacar pecho
y, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, lo más importante de la cita, para Zapatero, será estar presente y tomar la palabra,
como uno de los “oradores principales”, en ésta cumbre con 44 jefes de
Estado y de Gobierno y los máximos responsables de la ONU, la OTAN, la
UE y la OIEA.

El presidente del Ejecutivo español consigue además así
mantener protagonismo político internacional, después de que el
semestre de presidencia española de la UE haya demostrado ya en su ecuador que no le servirá como el escaparate de proyección política que
tenía previsto, y también para intentar neutralizar algunas
frustraciones.

Y es que cuando Zapatero vuelva a saludar hoy a Obama, parecerán
conjuradas todas las tormentas que se desataron cuando el presidente
norteamericano declinó asistir a la cita mas importante de las
previstas para el semestre español: la anulada cumbre UE-EE. UU, que
debía celebrarse en Madrid en mayo.

Y no sólo eso. La entrada en vigor del tratado de Lisboa, que ha
restado notable protagonismo a Zapatero en favor de Herman van Rompuy,
impide que el presidente español pueda acudir a la cumbre UE-Rusia del
próximo 30 de abril en Rostov. Los rusos, no obstante, tenían interés
en volver a charlar con Zapatero, según aseguran en la Moncloa, así que
el jefe del Ejecutivo español también aprovechará manaña para celebrar
una reunión bilateral en Washington con el presidente ruso, Dimitri
Medvedev.

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