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A Lobo le tiran "piedras" de todos lados

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, dijo que no ha recibido un "pan de azúcar" y que recibe críticas de todas partes.

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El presidente de Honduras,
Porfirio Lobo, dijo el lunes, en alusión al Gobierno que asumió el 27 de
enero pasado, que no ha recibido un "pan de azúcar" y que sus
críticos le "tiran piedras" de todas partes.

"No he recibido un
pan de azúcar, tengo unos que me tiran piedras
de un lado y de otro lado", afirmó Lobo en Sambo Creek, en el Caribe
de Honduras, en la conmemoración del aniversario número 213 de la
llegada de los primeros negros a este país, el 12 de abril de 1797.

El
gobernante, quien ofreció todo el respaldo posible de su
Gobierno a los pueblos indígenas y afrodescendientes, relató que,
cuando él nació, el parto de su madre fue atendido por una partera
garífuna (negra), en la ciudad portuaria de Trujillo, también en elCaribe hondureño, y que por eso
tiene "un compromiso" con esa etnia.

"Vamos a fortalecer la
inversión pero con responsabilidad
social", expresó Lobo, quien además alentó a los pueblos
afrodescendientes a que no pierdan sus costumbres, tradiciones y
herencia cultural.

"Yo quiero que sigan bailando punta (danza
garífuna), comiendo
casabe (tortilla a base de yuca) y tomando guifitti", una bebida
alcohólica aromatizada con raíces de plantas locales, indicó el
presidente, quien llegó acompañado de varios de sus ministros.

Añadió
que el pueblo hondureño lo eligió "para ser justo y
solidario", que su posición ideológica tiene como base el principio
"social cristiano" y que brindará un "apoyo fuerte" a los pueblos
indígenas y afrodescendientes para que tengan "mejores
oportunidades, mejores condiciones de vida" y sean "forjadores de su
propio destino".

También se pronunció a favor de la conciliación y
la paz en su
país, tras la crisis política surgida por el golpe de Estado al
entonces presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009.

Entre
otros invitados a la conmemoración de los 213 años de la
llegada de los primeros garífunas a Honduras figuraron el embajador
de Estados Unidos acreditado en Tegucigalpa, Hugo Llorens, y
representantes de comunidades afrodescendientes de Belice, Costa
Rica y Guatemala.

Llorens dijo escuetamente que era portador de
un saludo y un
abrazo del presidente de su país, Barack Obama, a los pueblos
garífunas de Honduras.

Lobo también prometió enviar al
Parlamento hondureño un
anteproyecto de ley para la creación de la Secretaría para el
Desarrollo Económico de los Pueblos Indígenas y Afrohondureños,

El
Gobierno de Lobo anunció además la declaración como "área
protegida" de la Laguna de Zambuco, situada entre las comunidades
garífunas de Rosita, Cayo Venado y Nueva Go, en el departamentocaribeño de Atlántida, cerca de
Sambo Creek.

El control y manejo de la Laguna de Zambuco estará a
cargo de las
tres comunidades garífunas que la circundan, para evitar que siga su
depredación, según resolvió el Instituto de Conservación Forestal.

El
presidente de la Organización Étnica Comunitaria (Odeco),
Céleo Álvarez, dijo que la administración de Lobo ha dado
"importantes pasos en materia de inclusión social" y recordó que las
comunidades negras históricamente "han estado excluidas".

Agregó
que el pueblo garífuna se caracteriza por su cultura y que
"se resistió a seguir siendo esclavo hace más de 200 años".

Álvarez
también suscribió hoy un carta de intención con la
rectora de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras,
Julieta Castellanos, para que los pueblos indígenas y afrohondureños
sean materia obligada de estudio en esa casa de estudios.

La
conmemoración de la llegada de los negros a Honduras además
incluyó la entrega de la Secretaría de Educación de un diccionario
en dialecto garífuna e idioma español, y un espectáculo de danzas a
ritmo de tambores y maracas, en el que también participó el
presidente hondureño.

La efemérides se enmarca en una serie de
actividades durante todo
abril, que desde hace varios años fue declarado "Mes de la herencia
africana en Honduras".