Esta semana México se estremeció una vez más por un caso insólito. Esta vez no fue un suceso relacionado con el narcotráfico o la violencia del crimen organizado.

Una semana después de que sus padres denunciaran su desaparición, y luego de varias revisiones a su habitación, la niña mexicana Paulette Gebara Farah fue encontrada muerta bajo su propia cama.

Según los resultados de la autopsia, difundidos el miércoles, la niña murió por “asfixia mecánica” y sin violencia.

La pequeña, fallecida a fines de marzo en circunstancias extrañas por las que se investiga a sus padres, Mauricio Gebara y Lisett Farah, y a las dos niñeras que la cuidaban, Erika y Martha Casimiro, apuntan a que la pequeña murió “por sofocación en su modalidad de obstrucción” de vías respiratorias.

El análisis forense descarta que Paulette, que tenía problemas para hablar y para mover la parte izquierda de su cuerpo, fuera víctima de violación, y apunta que ingirió alimentos unas cinco horas antes de su muerte.

Sin embargo, no determina con precisión qué día se produjo ésta, lo que deja abierto un espacio entre el lunes 22 de marzo, cuando se denunció su desaparición, y el 31 del mismo mes, cuando apareció el cadáver bajo su cama.

Paulette Gebara Farah fue dada por desaparecida por sus familiares ante las autoridades del Estado de México el 22 de marzo, y no fue hasta el 31 de ese mes cuando su cadáver fue hallado, en un hueco debajo de la cama donde dormía habitualmente.

Antes, la madre emprendió una campaña pública con carteles que desplegó en varios puntos de la ciudad.

Pese a que la habitación fue revisada en los días siguientes a la desaparición, hasta nueve después de que comenzara su búsqueda no fue encontrado el cadáver de la pequeña en su propio cuarto.

Esta circunstancia, así como las distintas versiones sobre varias hipótesis en torno al caso aireadas por el procurador del Estado de México, Alberto Bazbaz, han generado dudas sobre la limpieza y probidad de las investigaciones, que van desde el accidente hasta el asesinato.

También han desconcertado a la opinión pública mexicana las entrevistas en que han aparecido en los medios de los familiares de la niña, que han dejado ver versiones contradictorias y destapado problemas agudos entre los esposos.

Estas versiones despertaron las sospechas de las autoridades, pero, tras ser detenidos de forma preventiva, los esposo fueron liberados poco después.

Paulette fue sepultada el pasado martes en el Panteón Francés de la capital mexicana en medio de una enorme expectación mediática y en presencia de la familia de la esposa, ya que la de su marido veló a la menor un día antes y ayer no asistió al sepelio.

La madre de Paulette acusó el jueves a su marido  de ser “un cobarde” y de ocultar algo.

“Él trae algo que quiere ocultar porque ni siquiera quiere salir ante las cámaras (...), yo creo que tiene mucha culpa, mucha culpa atrás de él”, explicó Farah.