La brillante trayectoria profesional del mariscal de campo Donovan McNabb con los Eagles de Filadelfia llegó el pasado domingo a su final después de que el equipo de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) informara que lo había cedido a los Redskins de Washington.

El precio pedido por los Eagles no fue demasiado alto ya que se conformaron con un par de selecciones en los próximos sorteos universitarios de la NFL.

Concretamente, los Eagles recibirán el número 37 de la segunda ronda general en el sorteo que se va a celebrar este mismo mes y otro para la tercera o cuarta ronda del próximo año.

McNabb, que jugó seis veces en el Pro Bowl de la NFL y llevó a los Eagles a cinco partidos de campeonato de la Conferencia Nacional (NFC) y a un Super Bowl en once temporadas, dejó de ser imprescindible para el equipo con el surgimiento de Kevin Kolb.

La presencia de McNabb ya no era necesaria en la estrategia del equipo de cara a la próxima temporada. Kolb, el hasta ahora mariscal reserva y quien ha iniciado sólo dos juegos en tres temporadas, se convierte en el mariscal de campo titular del equipo mientras que el polémico Michael Vick será su suplente.

La pasada temporada, McNabb lanzó para completar 3.553 yardas con 22 pases de anotación y le interceptaron 10 envíos en los 14 partidos que salió como titular para llevar de nuevo al equipo a la fase final.

El veterano mariscal de 33 años, once como profesional de la NFL, también dejó un promedio de 92,9 yardas por cada pase, la tercera mejor marca de su carrera.

McNabb, seleccionado con el número dos en el sorteo universitario de 1999, deja a los Eagles como líder de la franquicia en yardas logradas con pases por aire (32.873), envíos completados (2.801), pases realizados (4.746), porcentaje de completados (59 por ciento), y touchdowns (216).

El líder de las Águilas también avanzó 3.249 yardas por tierra y puso la pelota tras la línea de protección 28 veces.

“Estoy muy entusiasmado con mi futuro dentro de la organización de los Redskins de Washington”, aseguró McNabb, en un comunicado oficial. “Es un honor el poder trabajar con el entrenador Mike Shanahan, un objetivo que siempre tuve con los Eagles y que en varias ocasiones  nos quedamos cortos”.

McNabb dijo también que había disfrutado once años increíbles con los Eagles, tanto en los buenos como en los malos tiempos.

Por su parte, Jeffrey Lurie, presidente de los Eagles, afirmó que “Donovan McNabb era mucho más que un mariscal para la franquicia, había sido la representación perfecta de la organización por su profesionalismo y por su calidad como persona”.

Por su parte, el entrenador en jefe de los Eagles, Andy Reid, calificó la decisión tomada por el club como una de las más difíciles que le ha tocado hacer.

“Donovan McNabb representó cada cosa que un jugador de fútbol americano podría aportar, durante todo el tiempo que estuvo con el primer equipo, para establecer un nivel de excelencia dentro y fuera del campo como muy pocos lo han hecho”, destacó Reid. “Le damos las gracias por todo lo que hizo por el equipo y por la ciudad”.

Aunque la salida de McNabb no es del todo una sorpresa, lo que menos se esperaba era que lo fuesen a traspasar a uno de los rivales directos de los Eagles en el comienzo de la temporada 2010.