La reciente aprobación de una nueva legislación, que pondría fin a
subsidios al sector privado para préstamos estudiantiles, traerá cambios
en la forma en la que los estudiantes y sus familias obtienen y pagan
por los estudios universitarios. 

La medida, incluida en el paquete de reformas promulgadas por el presidente Barack Obama, pone fin a un programa denominado “Federal Family Education Loan Program” que por décadas otorgó a prestamistas del sector privado subsidios para dar préstamos educativos garantizados por el gobierno federal.

“Por casi dos décadas hemos tratado de arreglar un acuerdo de una ley federal que esencialmente dio 90 millones de dólares a los bancos para actuar como una intermediario innecesario administrando los préstamos estudiantiles”, dijo la semana pasada el presidente antes de firmar la ley en un centro universitario de Alexandria, Virginia.

De acuerdo con la administración Obama, con el cambio se ahorrarán cerca de 68.000 millones de dólares que se podrán reinvertir en educación y más becas universitarias.

“Vamos a reinvertir una porción de esos ahorros en mejorar nuestros colegios comunitarios, que son uno de los mayores y  menos valorados activos en nuestro sistema educativo”, dijo el presidente en el evento.

Además de invertir en las universidades públicas, el Gobierno destinará más fondos para otorgar más préstamos estudiantiles, así como para el programa de becas “Pell”, que asiste a estudiantes de bajos recursos.

Con la entrada en vigencia de la nueva legislación, el nuevo tope de la beca “Pell” será de 5.500 dólares para quienes califiquen para el próximo año.

De acuerdo con la administración, las becas “Pell” actualmente cubren sólo cerca de un tercio de los costos para acudir a la universidad, debido en gran medida al reciente aumento de matrícula y otras cuotas impuestas por universidades.

Otro de los sectores a los que la administración destinará fondos será a las universidades que atienden a minorías (Minority Serving Institutions).

Con la aprobación de la legislación, el Departamento de Educación asumirá la totalidad de los préstamos federales universitarios a partir del 1 de julio.

La nueva medida, aseguran, podría facilitar el acceso a los fondos, así como el trámite y la forma de pago del préstamo.

Los bancos privados podrán continuar otorgando préstamos estudiantiles, estos serán sin la garantía del gobierno federal y posiblemente más costosos, que en el caso de los préstamos “Plus” tienen una diferencia de casi un punto porcentual en el interés entre el programa directo y el de los bancos.

No obstante, el nuevo sistema ha sido también calificado por los críticos como una sustitución del Gobierno federal de las funciones de los bancos.

Los republicanos en el Congreso se han opuesto a la medida por considerar que no debía ser incluida en el paquete de cambios de la reforma sanitaria y porque aseguran pondrá en riesgo miles de empleos de la industria financiera.