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Congreso pide detener tráfico de piezas arqueológicas

Una veintena de países, varios latinoamericanos, debatieron en congreso en El Cairo cómo proteger y recuperar su patrimonio robado.  

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Una
veintena de países con importantes
legados arqueológicos, entre ellos varios latinoamericanos,
debatieron este miércoles en un congreso inaugurado en El Cairo cómo proteger y
recuperar su patrimonio robado.

"Necesitamos cooperar y luchar
juntos para identificar y
recuperar nuestro patrimonio robado", dijo el secretario general
del Consejo Supremo de Antigüedades (CSA), Zahi Hawas, en la
inauguración del I Congreso Internacional de cooperación para la
protección y recuperación del legado cultural.

La cita, en la que
se discutirán hasta mañana propuestas para
modificar la convención de la UNESCO sobre recuperación de bienes
sustraídos ilegalmente, cuenta con la participación de España, Perú,
Guatemala, Bolivia, Ecuador, México, Chile y Honduras.

También
participan naciones como India, China, Chipre, Italia,
Estados Unidos, Grecia, Irak, Corea del Sur, Siria, Sri Lanka, Libia
o Nigeria.

Hawas aseguró que la cooperación con instituciones
científicas y
museos de todo el mundo es fundamental para recuperar las piezas
robadas y luchar contra el expolio arqueológico.

"Si los museos
rechazan comprar objetos robados, el comercio
puede parar", aseguró Hawas, que explicó que aunque Egipto tiene
acuerdos de recuperación con "el 95 por ciento de los museos
internacionales, sigue habiendo un cinco por ciento" que no lo han
suscrito.

El país del Nilo lanzó hace ocho años una campaña
gracias a la
que recuperó alrededor de 5.000 piezas arqueológicas que habían
salido del país de manera ilegal.

Sin embargo, litiga aún por el
regreso de otras tantas piezas
como la piedra Roseta o el busto de Nefertiti, expuestos actualmente
en museos de Londres y Berlín respectivamente.

Hawas volvió a
reclamar la devolución de estas obras, y también
aprovechó para subrayar la "excelente colaboración" con países como
Suiza o España.

Junto a Egipto,
el resto de países participantes harán pública
mañana una lista de objetos que consideran que fueron sustraídos de
manera ilícita y cuya devolución reclaman a distintas instituciones
internacionales.

En el caso de Perú, su embajadora en Egipto, Liliana Chino,
adelantó que su país incluirá en el documento final la
solicitud de restitución de una colección de piezas incas de la
ciudadela de Machu Picchu.

"Estas piezas fueron cedidas de manera
temporal a la Universidad
de Yale (Estados Unidos) y ahora esta institución rechaza
devolverlas", explicó Chino.

Además, solicitará también más de
100 textiles pertenecientes a
la cultura preinca de Paracas, que se encuentran en Gotemburgo
(Suecia), y el tesoro de 500.000 monedas de plata y oro acuñadas en
Perú rescatado del fondo del mar por la empresa Odissey y cuya
devolución a España dictó el año pasado la justicia estadounidense.

"Solo
el año pasado recuperamos miles de piezas robadas y
seguimos luchando, pero Perú es un país con tal cantidad de material
que es muy difícil de controlar", agregó Chino.

Además, apuntó la
necesidad de reformar la convención de la
UNESCO de 1970 que prohíbe el comercio ilícito de bienes culturales.

Para
el arqueólogo y viceministro de Cultura y Deportes de
Guatemala, Héctor Escobedo, se necesitan "más acuerdos
internacionales que impidan la entrada en otro países de piezas
extraídas ilegalmente".

"Guatemala reclama la devolución de
algunos monumentos
procedentes de Piedras Negras, uno de los lugares mayas más
importantes, y unos dinteles de madera de chicozapote que salieron
del país en el siglo XIX y que se encuentra en exhibición en Suiza",
explicó Escobedo.

Por su parte, el embajador de Ecuador en Egipto, Edwin Johnson,
lamentó que su país "forme parte de esa lista de los que sufrieron
el expolio", especialmente, sobre el patrimonio precolombino y el
arte colonial quiteño, que se desarrolló durante el siglo XVII.

Cientos
de obras, según Johnson, fueron sustraídas de manera
ilegal de templos, iglesias e incluso recintos museísticos, por lo
que instó a reforzar los controles fronterizos.

El robo de
retablos de iglesias ubicadas en zonas rurales es
también un "problema recurrente" en Bolivia, según el encargado de
negocios de este país en Egipto,
Raúl Pals.

En el caso de España, Jesús Manal, de la subdirección
de
Protección de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura
español, explicó que su actividad se centra en luchar contra los
expolios, los robos en los ámbitos rurales y controlar el tráfico de
bienes arqueológicos.

 

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