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Los tatuajes han rebasado las barreras sociales

Guadalupanas, calaveras o delfines entre los tatuajes más populares.   

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El tatuaje ha rebasado las barreras sociales y miles de personas llevan uno o más de ellos, eso sí, dependiendo del lugar donde estén sus preferencias varían desde vírgenes guadalupanas en Chicago a delfines en Florida o calaveras de ganado en Utah.

"Estar tatuado es hoy más popular que nunca", dijo César "Oso" Torres, propietario de Fess Tattoos and Body Piercing, en el concurrido Discount Mall del área hispana de La Villita, en Chicago.

"Actualmente ves a más abogados y funcionarios usando tatuajes", aseguró Torres, de 23 años, quien afirma que "el llevar un tatuaje ya no es un tabú" y que entre círculos de artistas y gente joven, "si no llevas un tatuaje, los demás pueden pensar que eres extraño".

Los gustos en los tatuajes van por regiones, según artistas que ilustran la piel de sus clientes.

En un área hispana como La Villita, afirma Torres, los clientes se decantan por la Virgen de Guadalupe, el sol azteca y cualquier otro diseño que muestre el orgullo de las raíces étnicas.

De hecho, uno de los más populares entre los mexicanos, dijo Torres, es la leyenda que dice "Hecho En México."

Mike "Money Mike" Fuentes, de 28 años, un artista que trabaja en el estudio The Native Soul Custom Tattooing en el sector Pilsen de la ciudad, dijo los gustos cambian según las ciudades.

En Florida, por ejemplo, dijo Fuentes, puede que les guste tatuarse un delfín o las olas del mar y otros diseños que van con esa zona del país.

En Utah o Wyoming, apunta Fuentes, los clientes prefieren calaveras de ganado o cualquier otra imagen de los indígenas americanos.

Ambos artistas coincidieron en otros motivos populares son mariposas, corazones o el nombre de un ser querido, usualmente el nombre de su pareja del momento.

Por ejemplo, Rolando Ocampo se hizo tatuar en el pecho el pasado fin de semana en el estudio de Torres los nombres de sus dos pequeñas hijas, Eliana, de 3 años, y Olivia, de 2 años.

"Siempre las voy a tener aquí", dijo Ocampo, de 22 años, mientras apuntaba a su pecho y esperaba que Torres terminara de tatuarlo.

Cuando los clientes optan por tatuarse el nombre de sus parejas ocurren situaciones curiosas ya que al finalizar la relación, muchos regresan pronto a pedir que se les borre el nombre de ese amor fracasado.

"Un cliente vino el otro día a que le quitara el nombre de su ex-novia pero no pude porque el tatuaje aún no sanaba", dijo "Oso" Torres, quien aprendió a trabajar los tatuajes después de dos años de observar a su padre en el mismo estudio.

Como un símbolo de estatus, dijo Fuentes, quien lleva diez años trabajando el arte en la piel, "un tatuaje te deja expresar visualmente lo que uno representa".

Fuentes se tatuó por primera vez a la edad de 18 años y hoy luce orgulloso un cuerpo casi totalmente tatuado. Aparte de ser un artista de tatuajes, "Money Mike" dibuja, pinta y hace otros trabajos en arcilla.

Ambos artistas coinciden que la industria de los tatuajes ha crecido mucho en los últimos tiempos y cuenta ya con su propia línea de productos, conferencias nacionales y hasta sus propias revistas como "Skin and Ink" y "Tattoo Life".

El aumento de este tipo de negocios en Chicago atestigua que traer un mensaje en la piel es una norma nueva, especialmente entre los más jóvenes.

Por ley en el área de Chicago sólo las personas de 18 años o más pueden ser tatuados en estos estudios de arte ambulante. Un tatuaje puede costar unos cincuenta dólares.

Roberto Ferreyra, un muralista de Pilsen, dijo que el resto de la comunidad artística respeta a los que saben tatuar si se trata de un trabajo original. Si se trata solo de copias de diseños cae en lo comercial.

"Si el tatuaje está bien elaborado puede ser un arte", dijo Ferreyra.

Lo importante, dijo Fuentes, es que "cada tatuaje sea una historia. Tatuarse ya no es solo un pasatiempo", agregó, "es parte de una comunidad muy grande que refleja sentimientos y lo que que es cada uno".