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Limitarán uso de armas nucleares

El Gobierno planteará el uso de armas atómicas en "circunstancias extremas", según su nueva estrategia nuclear.

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EE.UU. anunció el martes nuevos límites al
uso y la cantidad de sus armas nucleares, en un giro con respecto a
su política de las últimas décadas y que, según el presidente Barack
Obama, abre el camino para buscar un mundo libre de armamento
atómico.

En un comunicado tras la publicación del informe sobre
la nueva
estrategia, Obama aseguró que la nueva política reconoce que la
mayor amenaza "ya no es un intercambio nuclear entre países, sino el
terrorismo nuclear y la proliferación a un número cada vez mayor de
Estados".

Obama, quien ha hecho de la lucha contra la
proliferación uno de
los pilares de su política exterior, aseguró que la nueva estrategia
representa "un paso significativo" para hacer realidad su propuesta
de un mundo sin armas nucleares, presentada en Praga hace un año.

Y
mientras tanto, permitirá reducir el papel de las armas
atómicas en la estrategia de seguridad estadounidense, agregó.

La
nueva estrategia nuclear estadounidense, contenida en la
Revisión de la Postura Nuclear (NPR), un documento que se emite por
mandato del Congreso con la llegada al poder de cada presidente,
establece, entre otras cosas, que EE.UU. renunciará a amenazar o
atacar con armas nucleares a países que respeten sus compromisos
dentro del Tratado de No Proliferación (TNP).

Esa renuncia se
extenderá, incluso, si esos países atacan con
armas químicas o biológicas a EE.UU., si bien Estados Unidos se
reserva el derecho de modificar esa política, según crezca el
"potencial catastrófico" de esos posibles ataques.

En cualquier
caso, subrayó el secretario de Defensa, Robert
Gates, en una rueda de prensa junto a la secretaria de Estado,
Hillary Clinton, que EE.UU. respondería con "fuerza militar
convencional devastadora" a cualquier posible ataque con armas
químicas o biológicas.

En el caso de los países que no respeten
el TNP, EE.UU. sí prevé
"una reducida gama de circunstancias en las que las armas nucleares
pueden jugar un papel".

En este sentido, Gates lanzó una dura
advertencia contra Irán y
Corea del Norte, a los que aseguró que "todas las opciones están
sobre la mesa en lo que respecta a esos países", que desarrollan
programas atómicos pese a las objeciones internacionales.

Debido a
las amenazas que esos países, y otros hostiles, puedan
representar, EE.UU. no está dispuesto a comprometerse a utilizar
"exclusivamente" su arsenal atómico en caso de un ataque nuclear por
parte de otro país, como habían esperado algunos sectores
progresistas.

Sí subraya el informe, que trabajarán "para
establecer las
condiciones en las cuales se pueda adoptar con seguridad esa
política" en el futuro. En este sentido, señala que el Gobierno de
EE.UU. sólo se planteará el uso de armas atómicas en "circunstancias
extremas".

La nueva estrategia prevé también una reducción de los
arsenales
nucleares estadounidenses.

Este país no desarrollará nuevas
cabezas nucleares -aunque sí
puede usar componentes atómicos- y si se considera imprescindible el
reemplazo de alguna de las ya existentes será necesario un permiso
expreso del presidente.

El informe advierte también de que, junto
a la proliferación, el
terrorismo nuclear es el "peligro más extremo e inmediato" de la
actualidad y grupos como la red Al Qaeda están dispuestos a utilizar
bombas atómicas si logran hacerse con ellas.

El documento abre
una auténtica "semana atómica" para el
presidente estadounidense.

Se dará a conocer un día antes de que
Obama parta hacia Praga
para firmar en la capital checa con el presidente ruso, Dmitri
Medvédev, un nuevo tratado de reducción de armamento atómico que
sustituirá al START de 1991 que expiró el pasado diciembre.

EE.UU.
mantiene en la actualidad en torno a las 2.200 cabezas
nucleares, mientras que se calcula que Rusia cuenta con cerca de
3.000.

El presidente estadounidense también será el anfitrión la
próxima
semana en Washington de una cumbre sobre seguridad nuclear a la que
están invitados los jefes de Estado o de Gobierno de 47 países, y
que tendrá como objetivo dar pasos concretos para garantizar la
seguridad de los materiales nucleares en un plazo de cuatro años.