En el Censo del año 2000 cientos de familias hispanas se vieron en problemas para completar la casilla que indicaba su ascendencia racial. 40% de los hispanos encuestados marcaron “otro”, frente a las pálidas opciones de “blanco” o “negro”, convirtiéndose en el 95% de los 15 millones de estadounidenses que marcaron la “otra” opción.

Esta restringida diferenciación a la variedad racial norteamericana, resulta ofensiva para los grupos etnicos y raciales predominantes además del hispano, como los árabes, los indios, los asiáticos. Aunque el Censo 2010 incluyó el origen hispano dentro del formulario, las opciones de raza siguen siendo las mismas.

Grupos activistas indican que muchos encuestados marcan “blanco”, por las connotaciones positivas que tiene. Es importante simplificar y ampliar las opciones étnicas y raciales en formularios futuros para contar con información más amplia y precisa que se traducirá en partidas presupuestales más pertinentes con las necesidades de las comunidades.

Así lo reportó time.com