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El Papa, en el ojo del huracán por pederastia

El diario vaticano L'Osservatore Romano publicó declaraciones del cardenal,Vincent Nichols, quien defende a Benedicto XVI.

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"Nadie ha hecho tanto" como
Benedicto XVI en la lucha contra los abusos sexuales a menores por
parte de sacerdotes, aseguró este sábado el diario vaticano
L'Osservatore
Romano, que publicó unas declaraciones del cardenal de Westminster,
Vincent Nichols, en defensa del Pontífice.

Nichols manifestó que
el Papa en su época de cardenal prefecto de
la Congregación para la Doctrina de la Fe introdujo importantes
cambios en el derecho de la Iglesia, entre ellos la inclusión en el
Derecho Canónico del delito contra los niños cometido a través de
internet.

Otras medidas fueron la extensión de los delitos de
abusos de
niños hasta la edad de 18 años, la renuncia caso por caso de la
prescripción y la elaboración de un sistema para la rápida reducción
al estado clerical de los sacerdotes acusados.

"El Papa no es un
observador ocioso, sus acciones hablan tanto
como sus palabras", afirmó Nichols en su defensa de Benedicto XVI.

El
cardenal, según resalta el diario de la Santa Sede, señaló que
desde el año 2001 en Inglaterra y Gales la política seguida por los
obispos es la de informar a los policía y a los servicios sociales
de todas las acusaciones de abusos a niños, independientemente del
tiempo transcurrido.

Nichols afirmó que los abusos sexuales
contra menores son
inaceptables y desatan rabia "justamente" y que en la Iglesia
Católica se han cometido "graves errores".

El diario vespertino
del Vaticano informó también hoy que
el
cardenal vicario para el estado de la Ciudad del Vaticano, Angelo
Comastri, ha pedido a los fieles que todas las plegarias y el
rosario lo dediquen a Benedicto XVI "en este difícil momento", en
referencias a las acusaciones que le han hecho desde diferentes
medios de comunicación de que ocultó supuestamente casos de
pederastia.

En defensa del Papa salió también de nuevo hoy el
portavozvaticano, Federico Lombardi, que
aseguró que los "ataques
mediáticos" por los casos de curas pederastas han causado
"indudablemente daño" a la Iglesia, y que la autoridad del Papa y el
compromiso de la Santa Sede para luchar contra esos abusos "salen
robustecidas".

Lombardi también dijo que el modo en el que se
afrontan esos
casos "es crucial para su credibilidad moral".

El portavoz afirmó
que "no es una sorpresa" la atención prestada
en los últimos días por la prensa internacional a los casos de curas
pederastas denunciados en Europa junto a los ya conocidos de América
del Norte, después de la publicación de la carta del Papa a los
católicos de Irlanda, otro país donde se han registrado centenares
de abusos sexuales a menores.

El jesuita reconoció que el tema
"tiene tal naturaleza como para
atraer esa atención" y subrayó que aunque esos casos se produjeron
hace incluso decenas de años, "reconocerlos y hacer enmienda ante
las víctimas es el precio para restablecer la justicia y purificar
la memoria, la que permite mirar con renovado compromiso, con
humildad y confianza, al futuro".

Según el portavoz, las
respuestas que están llegando de las
diferentes conferencias episcopales, entre ellas la de EEUU, sobre
medidas para una correcta gestión y prevención de los abusos son una
"buena noticia".

En los últimos días el Papa se ha visto
salpicado por este asunto
después de que el "New York Times" asegurara que cuando era el
encargado de la Congregación para la Doctrina de la Fe encubrió al
sacerdote estadounidense Lawrence C. Murphy, acusado de abusar
sexualmente de unos 200 menores entre 1950 y 1970 en una escuela
para niños sordos del estado de Wisconsin.

El diario
estadounidense sacó ayer otra información en la que
aseguró que la década de los años 80, cuando era arzobispo de
Múnich, Ratzinger autorizó que un sacerdote con antecedentes de
pederastia y que había sido expulsado por ese motivo del obispado de
la ciudad alemana de Essen, ejerciera en la capital bávara.

Lombardi
y los medios de la Santa Sede desmintieron
categóricamente esas informaciones y denunciaron una "innoble
campaña" para golpear "cueste lo que cueste" al Papa Ratzinger.