Un “cachifo” según explicó el chileno Jesús Murillo es un hombre que realiza las labores de la casa como limpiar y cocinar. Esa es una de las expresiones que sólo otro chileno le entiende a Murillo, quien vive en Filadelfia desde 1999.

“Yo bromeo con amistades diciendo que no puedo salir porque tengo que hacer las labores del cachifo, una expresión muy chilena”, dijo Murillo.

“Tengo una peluquería para niños que maneja mi esposa y un negocio de consolidación de deudas”, dijo este chileno que siempre ha trabajado entre los hispanos en el norte.

“Cuando llegué a la ciudad no conocía a absolutamente ningún chileno. Hace apenas unos tres años que encontré a más, pero están dispersos en Delaware, Nueva Jersey y Virginia”, dijo Murillo. “En Filadelfia conozco unos 10 nada más”, agregó.

No fue hasta estos últimos cuatro días que Murillo ha conocido a más de 20  porque en colaboración con el Consulado Chileno en Filadelfia se ha dedicado a recolectar ropa y frazadas para sus compatriotas afectados por el terremoto del pasado 27 de febrero.

“El pueblo chileno es muy solidario. Tan sólo en unos pocos días he juntado 50 cajas”, dijo Murillo, quien adaptó un pequeño centro de acopio en su negocio.

“En un teletón con Don Francisco se recolectaron 30 mil millones de pesos, lo doble de lo que se esperaba”, señaló. 

Para Murillo ha sido muy positivo reencontrarse con todos estos compatriotas decididos a ayudar a su país, pero considera que tener una relación con un chileno es complicado debido a las ideas políticas tan divididas.

“O son izquierdistas o de derecha y a mí no me interesa generalmente hablar de política. Me molesta que algunos de los chilenos que viven aquí critiquen a Estados Unidos porque por algo estamos aquí, les gusta el comunismo pero usan internet, les gusta el whisky y las películas americanas”, señaló.

Con respecto a la comida de su país aseguró que no hay ninguna como la fruta chilena.

Este chileno extraña “los duraznos, la tuna, el aguacate... toda sabe diferente, mucho mejor”.

Su esposa, con la que ha estado casado 42 años, siempre le cocina estilo chileno con productos que compra en súper mercados locales y eso le ayuda a no extrañar las “empanadas, pastel de choclo y cazuela”.

El pasado fin de semana Murillo conoció a una pareja chilena que llegó a donar ropa. “Nos invitaron a un asado en su casa. Muy buena carne y buen vino”, contó Murillo.

“Cuando empezaron a hablar de política y a discutir yo empecó a bailar Rock and Roll porque nosotros los chilenos lo bailamos muy bien. De pronto todos empezamos a bailar. Yo soy un viejito pero bailé con cuatro señoras y muy bien”, finalizó.

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