La Asociación Médica de Puerto Rico pide
la reforma del sistema de sanidad público de la isla, con un déficit
de 600 millones de dólares y que se considera ineficaz a pesar de
recibir el 19 por ciento del Producto Nacional Bruto.

El presidente de la Asociación Médica de Puerto Rico, Rolance
Chavier Roper, señaló este martes que es urgente la reforma de un
sistema que cada año aumenta su déficit y que no da cobertura a
cerca de 450.000 puertorriqueños, que carecen de cualquier tipo de
asistencia sanitaria, pública o privada.

Chavier Roper dijo que su organización, la principal del sector
en la isla caribeña, aboga porque aumenten los deducibles que
actualmente pagan los usuarios de la salud pública, extremadamente
bajos o inexistentes, lo que en su opinión provoca una abuso en la
utilización, para que mejore el sistema de sanidad de Puerto Rico.

"Lo impopular sería que no hubiera sistema de salud en Puerto
Rico", sostuvo, tras apuntar que aunque se trata de una medida
antisocial es necesaria para mantener la sanidad pública en el país
caribeño.

Chavier Roper enumeró como causas del déficit del sistema de
salud, el exceso de gastos (administrativos, utilización inadecuada
de servicios de alta tecnología, mal uso de salas de emergencias y
farmacia) y la incapacidad de recaudación del Gobierno para cobrar
las facturas emitidas a usuarios del sistema.

El presidente de la organización médica, la primera fundada en el
país, en 1908, resaltó que al no existir -prácticamente- tasa
moderadora (deducible) para los ciudadanos que reciben el programa
Medicaid, de asistencia sanitaria dirigido a personas con bajos
ingresos, ese colectivo hace, en muchas ocasiones, un uso indebido y
abusivo del servicio.

El médico aclaró que el dinero que se dedica indebidamente a esas
personas provoca que después no haya fondos para quien realmente los
necesita, en muchos casos población de centros rurales que carecen
de atención de especialistas.

Chavier Roper ilustró la situación con el ejemplo de muchos
puertorriqueños con derecho al Medicaid que acuden a salas de
urgencia por dolencias que en ningún caso merecen ese tratamiento
pero que tienen que ser admitidos, con el consiguiente coste para el
sistema.

El galeno indicó que parte de ese dinero dedicado indebidamente a
la atención en servicios de urgencia debería destinarse a lo que
denominó como regionalización de la sanidad, en decir, a la
potenciación de instalaciones fuera de las grandes ciudades, donde
como recordó ya no existe prácticamente atención de especialistas.

Dijo que esa utilización inadecuada de fondos destinados a la
sanidad provoca también que no existan psiquiatras en los centros de
medicina primaria, cuando la salud mental es uno de los principales
problemas del país.

Destacó como otro de los problemas de la sanidad en la isla, el
elevadísimo número de demandas interpuestas contra los galenos por
parte de pacientes por presuntas negligencias médicas, según sus
datos las mayores cifras registradas en todo territorio
estadounidense.

Chavier Roper explicó que eso ha provocado que la mayoría de
cirujanos se nieguen a aceptar casos graves en hospitales privados,
que son desviados al gran hospital de la isla, Centro Médico, donde
hay establecido un límite máximo para demandas por negligencias muy
bajo económicamente.

Denunció en ese sentido que parte de los abogados de Puerto Rico
han visto desde hace años en los médicos de la isla un lucrativo
mercado del cual obtener elevados ingresos.

Las propuestas de la Asociación Médica de Puerto Rico para
cambiar el sistema actual incluyen un plan educativo entre los
pacientes para la correcta utilización de servicios.

La imposición de deducibles o "co-pagos" por mal uso de servicios
médicos, la creación de centros de medicina preventiva, el
abaratamiento del costo de medicamentos mediante la eliminación de
intermediarios y el desarrollo de incentivos para que los médicos
permanezcan en la isla, dada la grave falta de especialistas, son
otras de las propuestas.

El establecimiento de tasas moderadoras y el desarrollo de los
centros médicos académicos completan las medidas.