El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se ha visto obligado a una remodelación de su Gabinete, tras la sorpresiva renuncia de su vicepresidente ejecutivo, en un momento en que diversas polémicas en torno a su gestión sacuden al país.

Dos días después de anunciar el inicio de una llamada “campaña admirable” de cara a las cruciales parlamentarias de septiembre, Chávez aceptó la salida del vicepresidente Ramón Carrizález, también titular de Defensa, que dejó el Gobierno junto con su esposa, la ministra de Medio Ambiente, Yuribí Ortega, por “razones personales”.

Al día siguiente, el mandatario venezolano nombró nuevo vicepresidente a Elías Jaua, que compaginará su nuevo cargo con el ministerio de Agricultura y Tierras, que ya ocupaba.

“Me solicitó la renuncia por razones estrictamente personales... y su esposa, la ministra de Ambiente, Yubirí Ortega. Conozco las razones, las respeto y las comparto. Yo haría lo mismo en su caso”, afirmó la noche del martes Chávez, en medio de rumores e hipótesis en torno a la inesperada dimisión de un hombre de confianza del gobernante.

Al mismo tiempo, alimentando las versiones de desavenencias en el seno del Ejecutivo, saltaba el martes la noticia, dada por algunos medios venezolanos, de que también había renunciado a su cargo el presidente del estatal Banco de Venezuela, Eugenio Vázquez Orellana, alegando “problemas de salud”.

El diario El Nacional dijo en su página web que Orellana había comunicado en una “reunión con su personal de confianza” su decisión de abandonar el cargo que ejercía desde julio pasado, tras la compra del banco al grupo español Santander.

Según el periódico, Orellana es un hombre de confianza de Carrizález y su salida habría sido impulsada por supuestas diferencias con Jorge Giordani, ministro de Planificación y también de Economía y Finanzas desde que Chávez ordenó la fusión de ambas carteras hace dos semanas.

Según el diario El Universal, de Venezuela, el presidente Hugo Chávez no habría aceptado su renuncia.

El reajuste ministerial se ha producido en un momento en que los estudiantes venezolanos volvieron a salir a la calle en protesta por la suspensión de la programación por cable de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTVI), canal privado opositor cuya señal -entonces en abierto- fue apagada ya en 2007.

RCTV, del empresario Marcel Granier, acusado por Chávez de haber apoyado el golpe que le derrocó durante 48 horas en 2002, se vio obligada hace casi tres años a cesar su emisión en abierto al no serle renovada por el Gobierno la concesión de frecuencia estatal que tuvo durante décadas.

La medida que sacó otra vez del aire al canal ha suscitado duras críticas de los partidos de oposición, que denunciaron “otro zarpazo a la libertad de expresión” por parte de Chávez, mientras el Gobierno insiste en que se actuó bajo el amparo de la ley, y han vuelto a surgir críticas más allá de las fronteras de Venezuela.

Estados Unidos, Canadá, Colombia, Panamá y Perú condenaron el miércoles en la OEA la suspensión temporal de la programación de varios canales privados de televisión por cable y satélite en Venezuela, al considerarla una “agresión contra la democracia”.

La polémica por RCTVI se ha sumado a las protestas por otras recientes medidas ordenadas por Chávez, entre ellas la devaluación de la moneda nacional que, según la oposición, incrementará la inflación del país, con un récord de 25,1 por ciento al cierre de 2009, y en opinión del oficialismo ayudará al sector productivo.

Otros objetos de polémica han sido los planes de racionamiento eléctrico y los cortes de agua, que comenzaron el pasado noviembre, ante la crisis energética que afecta al quinto exportador mundial de petróleo debido, según el Gobierno, a la sequía y, para la oposición, a la ineficacia de su gestión.

No faltan las hipótesis sobre eventuales controversias en el seno del Gabinete respecto al escenario que se ha ido dibujando este mes de enero y que, en opinión de dirigentes opositores, como Julio Borges, coordinador de Primero Justicia, responde al “empeño” de Chávez de querer “controlar todo” en un importante año electoral.

“El Gobierno nunca fue monolítico, pero el forcejeo entre tendencias poseía cierta discreción y no era visible. Sin embargo, ahora la crisis nacional en todos los órdenes comienza a abrir grietas que ya no se pueden ocultar”, dijo el opositor Teodoro Petkoff en un editorial publicado hoy en su diario Tal Cual.

Y añadió: “Hasta ayer se decía que a Chávez no le renuncia nadie. Bueno, le renunciaron tres”.