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La frontera de la sospecha

Una cosa es apiadarse de los haitianos y otra muy distinta permitir que se cuelen por todos lados. El ejército y la policía fronteriza de la República…

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Una cosa es apiadarse de los haitianos y otra muy distinta permitir que se cuelen por todos lados. El ejército y la policía fronteriza de la República Dominicana (RD) han empezado a reforzar la vigilancia en la porosa frontera de 380 kilómetros con Haití, que cada día cientos de desesperados atraviesan como pueden.

La alarma crece. “Haitianos indocumentados llegan al país simulando estar lesionados”, denunciaba ayer el Listín Diario,de amplia difusión en Santo Domingo. Comerciantes y agricultores de la provincia fronteriza de Montecristi lo confirmaban. Según sus indignados testimonios, los transportes son organizados por “traficantes bien conocidos en la zona”.

Un vendedor había visto en un solo día cuatro microbuses repletos de haitianos que se dirigían a la provincia dominicana de Santiago. “Cuando los militares del puesto de chequeo de Botoncillo de Villa Vásquez retenían los vehículos para requisarlos, el chófer y su ayudante alegaban que eran pacientes heridos en el terremoto que debían llevar al hospital de Santiago. Y los soldados, sin asegurarse de que hablaban verdad, les dejaban ir sin problemas”.

Los haitianos que salen despavoridos de su país aprovechan todo hueco oculto o punto de baja vigilancia; cualquier despiste o duda de los agentes fronterizos, para pasar la raya. En la huida utilizan motos, coches, furgonetas, yipetas (jeeps o 4x4), camiones y autobuses.

Así que el ejército nacional y el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre anunciaron el reforzamiento de los controles y las patrullas que custodian la línea divisoria en Dabajón, a fin de “evitar la entrada masiva de haitianos”.

Mientras, decenas de heridos de los de verdad llegan cada día a los hospitales situados en las localidades dominicanas más próximas a la frontera. Todos están ya desbordados. Y sus médicos, agotados.

El Ministerio de Salud de la RD ha dispuesto medidas preventivas especiales para evitar brotes de malaria. Miles de personas han recibido ya tratamientos contra esa enfermedad y contra la rabia, la difteria, el tétanos, la fiebre tifoidea, el neumococo y la hepatitis A, según informó el propio titular de la cartera, Bautista Rojas. El ministro anunció además una campaña de fumigaciones sanitarias en Puerto Príncipe.

Además, las fuerzas armadas dominicanas han ocupado las gasolineras de las zonas fronterizas para impedir el contrabando de gasolina y gasóleo. Cientos de haitianos acuden a las estaciones con grandes bidones para proveerse de combustible y paliar así la escasez en su país, donde el mercado negro ha disparado los precios hasta los 3 dólares el litro, y subiendo.