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La muerte de Eduardo Frei Montalva era "previsible"

Informe de la policía secreta de Pinochet deja evidencias sobre el caso del ex Presidente.

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La muerte del ex presidente
chileno Eduardo Frei Montalva, de la que hoy se cumplen 28 años, era
"previsible", según un informe secreto de la Central Nacional de
Informaciones (CNI) de 1982, la policía secreta de Augusto Pinochet.

Sin embargo, el documento, de 124 páginas y titulado "Síntesis de
Apreciación Semestral de Seguridad Nacional desde el 1 de enero de
1982 al 30 de junio de 1982", no especifica por qué la CNI pensaba
que el fallecimiento de Frei Montalva era "previsible" y sólo
menciona las "sucesivas intervenciones quirúrgicas" como eventual
causa.

Fuentes de la investigación de la muerte del ex presidente
dijeron que el término "previsible" deja entrever que la CNI
estaba al tanto de que ésta no fue un hecho circunstancial.

Frei Montalva, que gobernó Chile entre 1964 y 1970, murió el 22
de enero de 1982 en una clínica de Santiago, tras ser operado de una
hernia al hiato, intervención que inicialmente se consideró de poco
riesgo, pero una infección obligó a otras dos intervenciones que no
impidieron su deceso.

Aunque en ese entonces se dijo que el fallecimiento se debió a
una septicemia, la Justicia ha determinado que fueron introducidas
"sustancias tóxicas" en el organismo del ex mandatario, por lo cual
el juez Alejandro Madrid calificó de homicidio su muerte y procesó a
seis personas, cuatro de ellas médicos, por su presunta
responsabilidad.

Cuando murió, el ex mandatario aparecía lideraba una incipiente
oposición política a la dictadura militar (1973-1990).

El informe secreto sostiene que "el Partido Demócrata Cristiano
perdió a su más importante líder e inspirador" y añade que, como
consecuencia, "se espera que las diferentes corrientes políticas,
como la Democracia Cristiana y la Iglesia católica, aumenten su
accionar en el sindicalismo nacional".

El informe, al vincular a la Democracia Cristiana con "el
sindicalismo opositor", relaciona el fallecimiento de Frei Montalva
con el del líder sindical Tucapel Jiménez Alfaro, asesinado 34 días
después, el 25 de febrero de 1982, por agentes de los servicios
inteligencia militar.

Frei Montalva y Jiménez Alfaro, entre otros opositores,
trabajaban desde fines de 1981 para conformar un bloque
político-sindical, con el objetivo de convertirlo en la principal
fuerza para lograr el fin de la dictadura, por lo que el propio
Pinochet amenazó con caerles encima "con todo el peso".

Hasta ahora ningún integrante de los servicios de inteligencia o
funcionario del régimen militar ha admitido en las investigaciones
judiciales de ambos homicidios este elemento de unión entre los dos
asesinatos.

Pero ese vínculo lo establecieron judicialmente tanto el
magistrado Alejandro Madrid, que instruye el proceso por el crimen
de Frei Montalva, como Sergio Muñoz, que investigó y dictó sentencia
en 2002 en el caso de Jiménez Alfaro.

Según el informe de 1982 del CNI, el régimen conocía que "el
sindicalismo opositor estuvo abocado al logro de un acuerdo
multisectorial destinado a formar un Frente de Oposición Común al
Supremo Gobierno".

El documento precisa que "esa intención se ha basado desde
octubre de 1981 en la iniciativa del fallecido presidente de la
Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) Tucapel Jiménez
Alfaro, quien realizó hasta el día de su asesinato, el 25 de febrero
de 1982, esfuerzos por materializar su proyecto de unidad sindical
nacional".

Y agrega que "los personeros (dirigentes) demócrata cristianos
continuarán agitando las críticas, para traducir esta situación en
un desgaste del Gobierno".

A continuación, el informe de inteligencia, que en cada una de
sus hojas lleva el timbre de "secreto", entrega una seguidilla de
antecedentes acerca de los movimientos del partido Demócrata
Cristiano y sus dirigentes, así como detalles del funeral de Frei
Montalva, con una lista los asistentes más importantes.

En el proceso por la muerte del ex presidente está judicialmente
establecido que, para espiar sus movimientos, la CNI se infiltró en
el partido Demócrata Cristiano, pagando mensualmente montos de
dinero a algunos de sus militantes para que entregaran información.

Entre los reclutados estuvo el chófer de Frei Montalva, Luis
Becerra Arancibia, actualmente procesado como presunto autor del
crimen, junto con su jefe directo en la CNI, Raúl Lillo, y el médico
Patricio Silva Garín.

El también médico Pedro Valdivia está procesado como cómplice y
otros dos facultativos, Sergio González y Helmar Rosenberg, como
encubridores.

El documento al que ha accedido Efe no era conocido públicamente
hasta ahora, ni forma parte del expediente, de 27 tomos, del proceso
que investiga el homicidio de Frei Montalva, padre del recientemente
derrotado candidato oficialista a la presidencia de Chile, el
senador democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle.