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Detienen a activista estadounidense en Corea del Norte

Con esta son tres las detenciones de ciudadanos norteamericanos en 2009 en el país comunista.

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Estados Unidos afronta un nuevo conflicto
con Corea del Norte, después de que el país comunista confirmase hoy
que detuvo a un activista estadounidense de los derechos humanos por
cruzar ilegalmente su frontera con China.

Se trata del tercer ciudadano de nacionalidad estadounidense
arrestado por Corea del Norte bajo esa acusación en lo que va de
año.

La agencia oficial norcoreana KCNA informó hoy de que un
estadounidense fue detenido el 24 de diciembre tras entrar
ilegalmente en Corea del Norte a través de la frontera con China y
que está siendo investigado por las autoridades competentes.

De esta forma Corea del Norte confirmó la detención de Robert
Park, de 28 años, un misionero y defensor de los derechos humanos de
origen coreano, que ya fue adelantada la semana pasada por medios
surcoreanos, que fechan el arresto en el día de Navidad.

"Soy ciudadano estadounidense. He traído el amor de Dios. Dios os
ama y os bendice", habría señalado el misionero tras cruzar la
frontera de forma voluntaria, según el diario surcoreano JoongAng
Ilbo.

Su objetivo era entregar una carta al líder norcoreano, Kim
Jong-il, y pedirle el cierre de los campos de trabajo norcoreanos.

Robert Park es miembro de uno de los grupos cristianos que han
condenado la situación de derechos humanos en Corea del Norte y
había dicho en Seúl que, en caso de que fuese detenido en Corea del
Norte, no quería que el Gobierno estadounidense lo liberase.

En marzo dos periodistas estadounidenses de origen asiático ya
fueron detenidas en la frontera norcoreana con China mientras
grababan imágenes para un documental sobre el tráfico de refugiadas
norcoreanas y posteriormente fueron condenadas a doce años de
trabajos forzados.

Finalmente, Corea del Norte las liberó en agosto gracias a la
mediación del ex presidente de EEUU Bill Clinton, quien viajó
expresamente a Pyongyang para llevarse a las reporteras de vuelta a
casa en su avión.

En Seúl se especula con que Park podría ser liberado mediante un
procedimiento similar debido a que Corea del Norte anunció que está
acusado del mismo cargo de entrada ilegal en su territorio.

Pero, a diferencia de las periodistas, que cruzaron la frontera
de forma accidental, este activista entró a Corea del Norte por
voluntad propia y con un claro mensaje de denunciar la situación de
derechos humanos en el régimen comunista.

La situación de los derechos humanos es un asunto muy sensible
para el régimen comunista por lo que no se descarta que la reacción
de Pyongyang sea más severa, aunque otros expertos surcoreanos
barajan que el misionero podría ser expulsado rápidamente para no
dar una mala imagen ante la comunidad internacional.

Las violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte han
sido condenadas en muchas ocasiones por varios países y por los
activistas, que denuncian torturas, trabajos forzados y ejecuciones
extrajudiciales en el país comunista.

Se cree que en Corea del Norte hay más de 150.000 prisioneros
políticos en seis campos de trabajo a lo largo del país, cuya
existencia niega el régimen comunista.

Este incidente se produce cuando Corea del Norte y EEUU tratan de
reanudar la reunión a seis bandas para el desarme nuclear
norcoreano, en las que participan además China, Japón, Rusia y Corea
del Sur, después de la visita a Pyongyang a principios de diciembre
del enviado especial de EEUU para Corea del Norte, Stephen Bosworth.

Esas negociaciones están paralizadas desde hace un año por
decisión del régimen comunista norcoreano, que este año disparó
varios misiles y realizó su segunda prueba nuclear subterránea,
entre las protestas de la comunidad internacional.

En enero próximo está previsto el viaje a Seúl del enviado
especial de Estados Unidos para los derechos humanos en Corea del
Norte, Robert King.

King ha mostrado su voluntad de viajar a Corea del Norte para
conocer in situ la situación, aunque lo previsible es que su visita
no sea autorizada.