LIVE STREAMING

Ban Ki-moon cierra un año difícil en la ONU

El Secretario general de la ONU no logró un acuerdo vinculante sobre el cambio climático.

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

El secretario general de la ONU,
Ban Ki-moon, cierra el año más difícil desde su llegada al organismo
mundial con una acuerdo imcompleto y modesto en su mayor apuesta, la
lucha contra el cambio climático.

El acuerdo político alcanzado el pasado sábado en Copenhague por
EEUU, China, India, Brasil y Sudáfrica, y del que los demás países
se limitaron a "tomar nota" después de dos semanas de intensas y
difíciles negociaciones, ha sido sólo un tanto a medias para Ban en
el asunto que ha sido la principal bandera de su gestión.

El secretario general de la ONU calificó el pacto de mínimos con
que se cerró la cumbre sobre el cambio climático de la capital
danesa como un "inicio esencial" con progresos en sus principales
frentes, pero también subrayando que la atención debe dirigirse
ahora a lograr que el pacto entre unos pocos se convierta en un
tratado internacional legalmente vinculante.

"Tenemos las bases del primer acuerdo verdaderamente global para
limitar y reducir las emisiones de los gases contaminantes, apoyo
para la adaptación de los más vulnerables y el lanzamiento de una
nueva era de crecimiento verde", dijo Ban terminada la cumbre.

Pero no le quedó más remedio que admitir que el acuerdo de
Copenhague "no es lo que todos querían".

Pocos días antes de ese modesto resultado, Ban subrayaba ante la
prensa en Naciones Unidas que desde que asumió el cargo, "hace casi
ya tres años, me han escuchado decir que el cambio climático es el
reto que va a definir nuestra era, que es el principal asunto
económico y político de nuestro tiempo".

Pero aunque más de un ministro, como el de Exteriores francés,
Bernard Kouchner, no dudó en felicitarle este mismo mes "por su
preocupación y liderazgo en el cambio climático. Su lucha viene de
lejos", los países no le han dado en la cita danesa el espaldarazo
que necesitaba para avanzar en ese asunto.

Si bien el acuerdo alcanzado en Copenhague está por debajo de las
expectativas iniciales de la ONU, también es visto como un paso
adelante teniendo en cuenta que hace sólo unas semana se auguraba
que terminaría en fracaso total, señalaron varios analistas.

El director de la organización Global Policy Forum, James Paul,
resaltó, durante una entrevista con Efe, la gestión de Ban en la
reunión de alto nivel sobre el cambio climático celebrada el pasado
septiembre coincidiendo con la Asamblea General, en la que logró un
amplio respaldo a los esfuerzos de la ONU.

Más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, incluido el
presidente de EEUU, Barack Obama, asistieron al encuentro celebrado
el pasado 22 de septiembre en la sede de Naciones Unidas.

"Hay que darle crédito por la reunión de septiembre, que ha
resultado ser un momento importante en el camino hacia Copenhague",
dijo el responsable de este centro de análisis internacional
especializado en la supervisión de la actividad de Naciones Unidas.

Paul señaló que posiblemente el factor clave en estas últimas
semanas de negociaciones ha sido la voluntad de los líderes de EEUU,
China e India de ofrecer medidas concretas para reducir o moderar
sus emisiones, más que el papel desempeñado por la misma ONU.

Resaltó también que Ban ha mantenido una fuerte presión sobre la
comunidad internacional desde su llegada al cargo, y no ha
desfallecido ni en los momentos en que los intentos de lograr un
consenso global parecían destinados al fracaso.

Ban cierra así un año difícil, no exento de tensiones, como las
que él mismo y su equipo vivieron a mediados de año a causa de la
pobre evaluación dada a su trabajo por algunos medios de prensa.

Con probabilidad, la que más dolió fue la filtración de un
memorándum de la embajadora adjunta de Noruega ante la ONU, Mona
Juul, que ofrecía una descarnada crítica de la gestión del ex
ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur.

La representante de uno de los países más defensores del
multilateralismo dijo que Ban "carece de carisma" y se muestra
"débil" e "indeciso" ante crisis como la del pasado mayo por la
sangrienta ofensiva final del Gobierno de Sri Lanka contra los
rebeldes tamiles.

También lo acusó de ser un "observador pasivo" en el proceso de
la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, y habló de que tiene
tendencia a protagonizar "airadas rabietas" que desconciertan
incluso a sus más cercanos colaboradores.

Estas críticas, sumadas a otras de la misma naturaleza recibidas
en medios de prensa reconocidos como Financial Times, The Economist
o The Wall Street Journal, supusieron un golpe para Ban y su círculo
de colaboradores, que las encontraron sesgadas por no mencionar
"triunfos" como el despliegue de una misión de paz en Darfur tras
superar años de negativas del Gobierno de Jartum.

En su última conferencia de prensa, antes de partir a Copenhague,
Ban evitó hacer un balance de su gestión y se limitó a decir que
quiere seguir "trabajando duro" para contribuir a resolver los
problemas globales que afronta el organismo.

"Mirando hacia atrás a estos tres últimos años, y con el apoyo de
los estados miembros, la comunidad internacional y muchos
cooperantes humanitarios, la ONU ha conseguido ponerse al frente de
muchos asuntos importantes", señaló.

Ban, que admitió que "se necesita hacer más" en muchas áreas,
consideró que "es un poco temprano para definir en qué, cómo y dónde
he conseguido éxitos".