El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, destacó hoy ante el IV Foro Social de las Américas el restablecimiento de las relaciones entre Colombia y Venezuela, reafirmó su condena al golpe de Estado de 2009 en Honduras y abogó por la integración regional.

En su primer acto oficial tras retornar de Brasil, donde inició un tratamiento del cáncer linfático que le fue detectado la semana anterior, Lugo abogó por la "integración soberana de América Latina en su conjunto".

Lugo acudió al foro pocas horas después de llegar proveniente de la ciudad brasileña de Sao Paulo, donde después de cuatro días de hospitalización le confirmaron que padece linfoma en un ganglio inguinal -que le fue extirpado el 4 de agosto-, en un nódulo en el mediastino (tórax) -que no puede ser extraído- y en una lesión extra linfática en la tercera vértebra.

"Quiero aprovechar esta oportunidad para saludar a los pueblos de Venezuela y Colombia por la madurez de entender que ya no hay lugar para la guerra en este continente", dijo Lugo ante los participantes del foro, que reúne a miles de personas de más de 500 representantes de organizaciones populares.

El mandatario paraguayo consideró, asimismo, que el "apretón de manos" el pasado 10 de agosto en la ciudad colombiana de Santa Marta entre los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia, y Hugo Chávez, de Venezuela, demuestra que América Latina "transita el camino del diálogo para la construcción".

Y, agregó Lugo, a pesar de la crisis entre sus Gobiernos "hay un solo pueblo que vive y es feliz en una sola tierra".

El gobernante paraguayo recordó también que su Gobierno fue uno de los primeros de la región en condenar el conflicto en Honduras, que se originó el 28 de junio de 2009, cuando fue derrocado el entonces presidente, Manuel Zelaya.

"Seguiremos reclamando Justicia para que los compañeros hondureños puedan tener la reparación real de aquel tremendo daño a la democracia", aseveró, al advertir que ese hecho "nos enseñó que nuestros procesos nunca están suficientemente consolidados".

El ex obispo señaló que el foro social "es el refugio de la dignidad latinoamericana (...), en la búsqueda incansable de la tierra sin mal, que ya presagiaron nuestros ancestros guaraníes" y expresó que su celebración en Asunción supone "un espaldarazo" al proceso político que hace dos años lo llevó al poder.

La llegada de Lugo a la Presidencia del país al frente de una coalición de amplia base ideológica puso fin a una hegemonía de 61 años en el poder del conservador Partido Colorado.

Por su parte, el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, abonó la cadena de críticas escuchadas a lo largo de estos días contra el capitalismo y los países desarrollados, además de advertir de la amenaza que representa el calentamiento global.

Choquehuanca representó en el panel "Soberanía e integración: Nuestra América está en camino" al gobernante boliviano, Evo Morales, quien no pudo llegar a tiempo a Paraguay y lo hará este domingo, cuando también lo hará el presidente de Uruguay, José Mujica, para participar de los actos del 473 aniversario de fundación de Asunción.

"Hoy estamos ante muchas amenazas, hay intentos de instalación de bases militares. La crisis global provocada por el capitalismo, más de 14 millones de personas han perdido todo en Pakistán por los desastres naturales", señaló Choquehuanca.

La cuarta edición del Foro Social de las Américas, que reúne a unas 8.000 personas de varios países del continente e incluye además debates sobre medio ambiente, militarización, hegemonías políticas e igualdad de género, entre otros, finalizará este domingo con un acto al que asistirán Lugo, Morales y Mujica.