Los fanáticos del béisbol de la región de Filadelfia tenemos mucho porque dar gracias este año.

Primero que nada, no hay guerra ni hambruna en esta parte del planeta.

Es triste decir, sin embargo, que alguna de nuestra gente está en peligro “trabajando” en aquellas regiones del mundo donde se sufre mucho.

Por otro lado, el béisbol desempeñó muy bien el papel de distraernos en el 2009.

Ni los romanos con su “pan y circo” pueden hacerle competencia al manjar que ofrece el imperio americano hoy en día.

Contamos con muchas “porquerías” para engordarnos y con una gran variedad de circos para entretenernos: desde los deportes a la farándula.

A pesar de que el fútbol americano es el “circo” favorito de Filadelfia, el béisbol fue suficientemente divertido este año como para que los Phillies amenazaran en suplantar a los Eagles como los gladiadores favoritos de la región.

Los Phillies lograron algo asombroso en el 2009. Ellos regresaron al Clásico de Otoño luego de ganar el Campeonato Mundial en el 2008.

Si no fuese por la gripe que azotó al equipo (Gregg Dobbs, Brad Lidge y otros estuvieron enfermos durante la postemporada) y las mañas de Johnny  Damon cuando se robó la tercera base en el cuarto juego de la Serie Mundial, los Phillies hubiesen sido el primer equipo de la Liga Nacional en conquistar dos campeonatos corridos desde que los Rojos lo hicieron en el 1975-76.

No hay porque llorar sobre algo que no tiene remedio pero hay que admitir que fuimos bendecidos en disfrutar de una postemporada especial.

En un mismo otoño tuvimos la dicha de presenciar el momento más silencioso del Citizens Bank Park (segundos después de concluida la entrada en que Damon anotó después de robarse la tercera base) y el momento más eléctrico del estadio (cuando Jimmy Rollins pegó el doble que anotó dos carreras en la parte baja de la novena en el cuarto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional contra los Dodgers).

Filadelfia no pudo repetir como campeón este año pero llegó a la Serie Mundial y tiene todo el potencial para regresar al Clásico de Otoño en el 2010.

Para alguien cuyo “opio de las masas” es el béisbol, no hay mejor equipo que seguir en el béisbol de Grandes Ligas que los Phillies. Y eso se lo digo hasta a mis amigos del Bronx.

Tenemos mucho porque dar gracias en el 2009 y mucho más por disfrutar en el 2010.

Me huele a revancha.