El gobernador de Puerto Rico, Luis . Fortuño, instó hoy al Congreso de EEUU a impulsar un proceso de autodeterminación en la isla, acción que considera clave para revivir la aspiración de convertir el territorio en un nuevo estado estadounidense.

En una conferencia en la Universidad de Georgetown, en Washington, Fortuño subrayó que los ciudadanos de Puerto Rico "comparten los mismos valores que los ciudadanos" de los 50 estados de EEUU.

"La democracia de Puerto Rico está preparada para integrarse en el Congreso de Estados Unidos como un miembro más. No hay ningún impedimento, desde el punto de vista del sentido común, para que nos convirtamos en el quincuagésimo primer estado", dijo Fortuño.

Para el gobernador, que asumió su cargo el pasado mes de enero, el primer paso para lograr ese nuevo estatus no depende tanto de los puertorriqueños como del Congreso de Estados Unidos.

"El día en que el Congreso acepte que tenemos derecho a la autodeterminación, el pueblo de Puerto Rico decidirá finalmente si se inclina hacia una opción u otra", indicó.

La vía para concretar ese proceso la abrió este año el representante de Puerto Rico en la Cámara Baja, el demócrata Pedro Pierluisi, con un proyecto de ley para promover un referéndum con respaldo federal en la isla y comprobar si la población quiere mantener su condición actual o integrarse plenamente en la unión.

En caso de que el pueblo pidiera un cambio, el proyecto prevé proponer tres opciones: la independencia, la integración en Estados Unidos como estado, o una tercera vía, que consistiría en formar una asociación política entre naciones soberanas.

La opción de la independencia tiene, según Portuño, muy pocos apoyos en la isla.

"Sólo alrededor de un 2 o 3 por ciento de la población es independentista. Son muchos más los que quieren mantener el estado actual de las cosas", dijo a Efe tras la conferencia.

Fortuño aseguró que "casi todos los miembros del Congreso entienden que es necesario consultar al pueblo", y recordó que el proyecto impulsado por Pierluisi tiene el respaldo de 181 miembros de la Cámara Baja.

Según Fortuño, el país lleva 111 años sumido en un "camino a la democracia" simbolizado por la condición de estado asociado, que "debería haber sido un estatus transitorio y se ha acabado convirtiendo en una especie de limbo".

Aunque lamentó que la isla aún no pueda elegir al presidente de Estados Unidos, también destacó el interés que Barack Obama dedicó a la isla durante su campaña en las elecciones primarias, cuando prometió que incluiría a los puertorriqueños en su proyecto de reforma de salud.

"Los beneficios de la reforma tienen que llegar a todos los ciudadanos del país, y eso incluye a los puertorriqueños", aseguró.

En este sentido, el proyecto aprobado por la Cámara de Representantes supone "un paso adelante" para los ciudadanos de la isla, pero el debate del Senado tiene visos de ser "decepcionante", puesto que prevé un aumento muy inferior de la financiación para los seguros de Medicaid en Puerto Rico.

Preguntado por lo que Puerto Rico puede ofrecer a Estados Unidos si se convierte en un estado más, Fortuño recordó que el territorio aporta más hombres y mujeres a las diferentes divisiones del Ejército que ningún otro estado.

Además, indicó que en la isla coexisten "las dos culturas del hemisferio", lo que le concede un potencial como nexo bilingüe con las economías del centro y el sur del continente que, aseguró, puede ser clave en el proceso de recuperación económica de Estados Unidos.

Como parte de su visita a Washington, Fortuño se reunió hoy también con el fiscal general de EEUU, Eric Holder, y tiene previsto entrevistarse con otras autoridades como el zar antidrogas de la Casa Blanca, Gil Kerlikowski, para estudiar el papel de Puerto Rico como "tercera frontera" en la entrada de droga a Estados Unidos.

En este sentido, el gobernador pidió para Puerto Rico "los mismos recursos de protección policial" que Washington otorga a México, en razón de la criminalidad que el tráfico de drogas está creando en la isla.