La Cumbre Iberoamericana de
Estoril reúne el domingo a los gobernantes de América Latina, España
y Portugal con el objetivo de buscar respuestas a la crisis
económica mundial a través de la innovación tecnológica y la
sociedad del conocimiento.

Durante tres días, una veintena de jefes de Estado y de Gobierno
participarán en los debates de la Cumbre, dedicada oficialmente a
esas dos grandes apuestas de la Comunidad, según varias reuniones
previas, para superar los efectos sociales y económicos de la
tormenta financiera internacional.

A la espera de que Cuba confirme el nivel de su participación, a
la conferencia asistirán los 24 gobernantes invitados salvo los de
Uruguay y Bolivia, que tienen procesos electorales en esas fechas, y
Honduras donde aún no se ha restablecido la normalidad
institucional.

El apoyo a Manuel Zelaya, el derrocado presidente hondureño cuyo
país celebra elecciones en plena conferencia de Estoril, ha marcado
ya los preparativos de la Cumbre, en la que sólo se han admitido
representantes de ese mandatario, según el secretario general
iberoamericano, Enrique Iglesias.

La reunión, en el balneario luso de Estoril, a 25 kilómetros de
Lisboa, arranca el domingo con una cena de honor ofrecida por el
presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, para quien la cita es una
"oportunidad privilegiada" para analizar los desafíos de las
naciones en un momento internacional "especialmente exigente".

Portugal, que ya albergó en Oporto la Cumbre de 1998, ha
celebrado a lo largo del año una docena de conferencias
ministeriales, de expertos e instituciones para preparar la reunión
y hay una amplia base documental de declaraciones y compromisos
sobre la necesidad de impulsar las nuevas tecnologías en la región.

La justicia, la educación, la administración central y municipal,
la regulación financiera o la salud han congregado este año en
Portugal a ministros y delegados de toda iberoamericana para afinar
los programas de cooperación y reflexionar sobre las necesidades de
los ciudadanos en tiempos de crisis.

El denominador común de las reuniones, que será también el de la
Cumbre, ha sido el compromiso de apoyar la aplicación de la
tecnología en todas las esferas de la Administración, en la
formación de niños y adultos y en los procesos productivos.

Según fuentes oficiales, la declaración oficial de la XIX
conferencia iberoamericana, que será rubricada el martes 1 de
diciembre, recogerá un compromiso sobre esta materia por parte de
los gobernantes, que pondrán además en marcha nuevos marcos y metas
de cooperación tecnológica.

Los acuerdos que suscribirán los jefes de Estado en Estoril
empezaron a prepararse con la reunión de ministros de Finanzas y
bancos centrales que, en marzo pasado, analizaron la crisis
económica en Oporto.

Los titulares de educación acordaron un mes después establecer 12
grandes metas para impulsar la enseñanza el próximo decenio y
fomentar la innovación y la ciencia.

Ambos factores fueron también destacados en las conferencias
sobre salud e infancia como prioritarios para atajar las carencias
sanitarias y garantizar los derechos de los más jóvenes.

Los ministros de Cultura dieron un espaldarazo, en abril, a la
difusión del español y el portugués en Internet y en el mundo
científico con un plan para proyectar ambas lenguas y facilitar su
traducción recíproca.

Los ministros de Justicia adoptaron, en mayo, nuevas medidas de
cooperación, entre sí y con Europa, para luchar contra el crimen
internacional y acordaron, además, mejorar la administración de
justicia a base también de nuevas tecnologías y cooperación.

En junio se aprobó la Carta de la Administración Pública en una
conferencia de ministros del área, que defiende la ética, la
eficacia, la participación de los ciudadanos y el uso de la
tecnología en la gestión pública.

A su vez los responsables de Seguridad Social concluyeron en
septiembre la Convención Iberoamericana sobre la materia para que
los ciudadanos de la comunidad, independientemente de su procedencia
o residencia, garanticen derechos como el subsidio de jubilación.

Por último las conferencias de ministros de telecomunicaciones y
los de ciencia cerraron nuevos marcos de cooperación en esos
sectores e hicieron los pronunciamientos más contundentes a favor de
abonar el desarrollo y superar la crisis con las nuevas tecnologías.