Miles de jóvenes son abusados verbal y físicamente dentro de las escuelas por “bullies”, sin que haya un alto a esta práctica.

Cansados de ser víctimas por este lastre social, Mónica Thomas y Todd Thorne fundaron la organización Padres en Favor de Escuelas Seguras (PASS, por su sigla en inglés) con la finalidad de hacer cumplir las leyes que obligan a las escuelas del estado a crear programas en contra de los “bullies”, que entró en vigor en julio del 2007.

“Queremos que los legisladores enmienden esta ley para que se incluyan sanciones a las escuelas que no tienen programas en contra de los ‘bullies’ a pesar que existe una ley, para garantizar la seguridad de los estudiantes que sufren violencia física y verbal”, dijo Thomas.

Uno de los castigos pueden ser el negar subsidios a las escuelas sin programas contra el “bulism” o intimidación sugiere la co-fundadora de PASS.

PASS tiene como misión trabajar con las escuelas, legisladores, administradores, estudiantes y padres para erradicar hasta el 95 por ciento la práctica de amedrentar en las escuelas.

Los padres pretenden lograrlo mediante consejeros profesionales privados, aparte de los que hay en las mismas escuelas,  para que ayuden a las víctimas y a los mismos abusadores.

Con dos meses de existencia, PASS ya tiene 300 seguidores por internet y 14 miembros más que se han unido a su lucha.

En Filadelfia, Mimi Shapiro, ex maestra en el Distrito Escolar, es la representante de PASS.  “Mi interés es incluir en la ley el abuso contra maestros o personal por parte de los administradores, y en el lugar de trabajo en general”, dijo Shapiro.

Además, la maestra afirmó que ella misma fue víctima de este tipo de abusos y que presentará pruebas en su visita a los legisladores.

De acuerdo con PASS, existen 282 mil estudiantes víctimas de intimidación diaria a cargo de “bullies” en EEUU, y 166 mil en Pensilvania.

Uno de los problemas que existen en la implementación de la ley SB 71, es la ambigüedad del término “bully” porque en muchos casos cuando un niño es abusado verbalmente o extorsionado no hay pruebas físicas que corroboren este tipo de abuso, por lo que muchas veces no son reportadas”, aseguró Thomas.

Las víctimas de los “bullies” sufren depresión que que incluso puede llegar al suicidio, o asesinato.

Thomas recomienda a los padres con hijos que sufren humillaciones documentar todos los incidentes con detallada información y escuchar a sus hijos cuando les cuenten sus problemas o noten comportamientos distintos a lo acostumbrado.

Pide que los padres presten atención a los dibujos de sus hijos pequeños, porque también hay abusadores desde el kindergarten.

Además, recomendó que al hablar con los administradores de las escuelas no los culpen totalmente de los problemas, sino al contrario, mostrarles que quieren trabajar con ellos.